Una caída del 7,32% en el Nikkei y la contracción en la actividad manufacturera en China causaron un tsunami en las bolsas europeas, aunque al cierre los destrozos no fueron tan importan- tes. Todos los índices caían a plomo desde la apertura por el miedo al parón de la economía china y a los desajustes sobrevenidos para Japón, que sufría con el fuerte y súbito traspaso de activos de la renta variable a la renta fija. El Banco de Japón intervino de forma inmediata para frenar la alta volatilidad generada en el mercado de deuda. Desde Estados Unidos llegaba otro motivo de preocupación al hacerse pública la oposición de algunos miembros de la Fed a prolongar la política de estímulos. Pero no todo fue aciago en la jornada, dado que al otro lado del Atlántico los datos de vivienda y desempleo mejoraban los pronósticos. El Ibex, aunque acabó a la baja, lo hizo alejado de los 8.245 puntos, sus mínimos intradía. Hoy saldrá desde los 8.343,60, después de perder un 1,40%. En el resto de Europa las caídas fueron más abultadas. Fráncfort cedió un 2,10%, París, un 2,07%, y Londres, un 2,10%. En el Ibex, las mayores caídas fueron para Ferrovial (-4,50%), Mediaset (-3,22%) y Mapfre (-3,03%). Solo Caixabank y Popular esquivaron las pérdidas. Los peores de los grandes fueron Santander y Telefónica al caer más de un 1%. Fuera del Ibex, la noticia estuvo un día más en Bankia, que cayó un 51,43%, hasta 0,68 euros, nuevo mínimo histórico. En París, Carrefour (-5,10%), Renault (-3,98%) y Société Générale (-3,87%) fueron los peores. Tan solo Gemalto (+2,27%) acabó en verde.