Ataque jihadista mortal a la empresa francesa que extrae uranio de Níger
El movimiento jihadista Mujao atacó ayer, en dos atentados kamikaze casi simultáneos, un cuartel del Ejército de Níger y una instalación del grupo nuclear francés Areva -segundo productor mundial de uranio-, causando una veintena de muertos.
GARA |
Dos atentados kamikaze casi simultáneos contra el Ejército nigerino y el grupo nuclear francés Areva, reivindicados por Mujao, causaron al menos 20 muertos en el norte de Níger.
En Agadez, la ciudad más grande del país, al menos 19 soldados y un civil murieron y otros 16 resultaron heridos cuando su cuartel fue atacado al amanecer con un coche bomba. Además, cuatro islamistas murieron en este ataque.
Tras un intenso tiroteo, las fuerzas de seguridad consiguieron restaurar la calma en la ciudad, pero uno de los atacantes seguía manteniendo retenidos a soldados, atrincherado en una casa, según fuentes militares.
«Todo el mundo se ha encerrado en sus casas por temor a que haya otros ataques», declaraba un habitante de esta ciudad mientras patrullas militares y de la policía recorrían la ciudad, en estado de alerta.
Más al norte, en Arlit, apenas media hora después, otro vehículo lleno de explosivos se mezcló con los trabajadores del grupo nuclear francés Areva en la mina Somari, y explotó ante la central eléctrica de la planta de tratamiento de uranio.
Dos kamikazes murieron y, según Areva, hubo otra víctima mortal y al menos catorce heridos. Parte de las instalaciones resultaron gravemente dañadas y la producción se ha suspendido en la planta, cuya seguridad corría a cargo del Ejército de Níger. Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) secuestró a cinco franceses en 2010 en esta zona, 1.200 kilómetros al norte de la capital, Niamey, de los que mantiene retenidos todavía a cuatro.
Mujao reivindica
En esta ocasión, ha sido el Movimiento para la Unidad de la Jihad en África Occidental (Mujao) el que ha reivindicado la autoría. «Hemos atacado a Francia y a Níger por su cooperación con Francia en la guerra contra la sharia», afirmó su portavoz, Abu Walid Saharaui.
Este grupo forma parte de la coalición islamista que se hizo con el control del vecino Azawad, al norte de Mali, antes de ser expulsados por tropas francesas y malienses en la ofensiva lanzada en enero pasado.
«La situación está bajo control y la búsqueda de otros atacantes está en marcha», indicó el ministro de Defensa, Mahamadu Karidjo.
Se trata de los primeros atentados jihadistas en Níger, país que tiene desplegados 600 soldados en la fuerza de intervención en Mali, y que comparte frontera con Libia, desde donde, según la agencia de noticias ANP entraron los milicianos, provistos con cinturones de explosivos.
El Gobierno francés instó a «los franceses presentes en Níger a seguir las consignas de prudencia que se les ha hecho llegar».
El presidente francés, François Hollande, advirtió de que París apoyaría «todos los esfuerzos de los nigerinos para parar los secuestros y «aniquilar» a los autores de los ataques.
El grupo nuclear francés Areva, segundo productor mundial de uranio, extrae más de un tercio de este mineral de Níger, donde quiere abrir la mina gigante de Imouraren, la tercera en el país. Lo hace través de dos sociedades, Somair (controlada por Areva en un 64% junto al Estado de Níger con un 36%) y Cominak (34% Areva, 31% Niger, 25% el grupo japonés Ourd y un 10% el español Enusa). Cuenta con 2.700 trabajadores en el país además de unos 5.000 de subcontratas. El peso de Níger en la producción de uranio -3.600 toneladas- aumentará con el vasto yacimiento de Imouraren. Su inauguración, prevista para 2012, ha sido retrasada en varias ocasiones por los problemas en la región. En setiembre de 2010 evacuó a gran parte de su personal tras el secuestro de siete trabajadores en la mina de Arlit. Tres fueron liberados en febrero de 2011, pero otros cuatro siguen secuestrados. La fuerte presencia del grupo francés en Níger también genera tensiones con las autoridades. El Gobierno ha considerado la asociación con Areva «muy desequilibrada» y reclama más compensaciones. El mes pasado Areva aceptó un pago de 35 millones de euros, en parte por el retraso en la mina de Imouraren. GARA
Fuerzas especiales francesas participan junto a las de Níger en operaciones para liberar a los secuestrados, según una fuente de seguridad del país africano.