J. ITURRIA

Samuel Sánchez no pudo dar a Euskaltel la victoria que busca en el Giro de Italia al ser superado por Vincenzo Nibali en la cronoescalada de 20,6 kilómetros desde Mori hasta el alto de Polsa. El italiano confirmó que está por encima de todos sus adversarios y ya aventaja en más de cuatro minutos a Evans y Urán antes de dos etapas dolomíticas que han sido modificadas por la nieve y las temperaturas bajo cero que se esperan hoy y mañana en los Dolomitas.

Nibali ratificó que será el ganador final del Giro salvo que las condiciones en estas dos etapas sean extremas y suceda algo similar a lo padecido en la épica jornada del Giro de 1988 ganado por Hampsten. El de Astana no tiene rival y la única emoción está entre Evans y Urán en la lucha por la segunda plaza después de que el australiano fuera el gran derrotado de la etapa de ayer. El colombiano se le ha acercado a escasos diez segundos en la general e incluso Scarponi se ha colocado a 1:12 y puede dejarle fuera del podio.

Es tan grande la diferencia entre Nibali y los demás que el primer puesto es lo único que no estará en juego hoy y mañana. Cada cual intentará mejorar alguna posición o defender la suya y en esa tesitura están Beñat Intxausti y Samuel Sánchez. El de Zornotza no realizó una buena crono, pero mantiene su noveno puesto mientras que el segundo de Samuel Sánchez le permite mejorar cinco posiciones y colocarse décimo.

Claro que el objetivo del Euskaltel no es tanto el Top 10, aunque es importante acabar en la general lo más arriba posible para aumentar el número de puntos, como ganar una etapa y ayer hubo un momento en el que tuvo esperanzas de lograrla.

Samuel marcó el segundo mejor tiempo en el punto intermedio a siete segundos de Scarponi y en la meta superó al italiano en 23. Pero Nibali quería ganar una etapa en este Giro y no dio opción. Marcó 37 segundos menos que Samuel a mitad de recorrido y en los kilómetros finales en subida le colocó otros 21.

Una etapa diferente

Por ello Euskaltel deberá buscar su etapa hoy en una jornada en la que solo se mantienen la salida en Ponte di Legno y la llegada en Val Martello tras una subida de 22,4 kilómetros al 6,4% de media y con 14% de máxima.

La organización del Giro había preparado una etapa espectacular de solo 139 kilómetros en los que entre medias se subían dos colosos dolomíticos como el Gavia (2.618 metros) y el Stelvio (2.758) y a esas altitudes se esperaban temperaturas de 12 grados bajo cero. Por eso se han sustituido por puertos de mucha menos altura como Tonale (1883 metros, 8,3 kms al 7,5%) y Castrin (1.706, 8,4 kms al 9,3%). La etapa pasa a tener 160 kilómetros, 21 más de los previstos.