Vence por accidente
Un paso más cerca del título de Liga, pese a ganar de milagro
La opción real de ganar atenazó a los grancanarios, y esa fue la manera por la cual el Baskonia ganó. Beirán erró dos tiros libres con 54-56 y Heurtel, ese inconsciente, clavó el triple de la victoria.
BASKONIA 57
GRAN CANARIA 56
Arnaitz GORRITI
Por un miserable 51-52 a minuto y medio para el final, Tabak pedía tiempo muerto y en el Buesa Arena sonaba el Highway to hell de AC/DC. Y sí, el camino apuntaba directo al infierno, porque Lampe fallaba por enésima vez bajo el aro, y dos puntos de Guerra y un tiro libre de Bellas elevaban el 51-55 a 25 segundos.
Por suerte, Eulis Báez cometió una falta absurda a 22 segundos y San Emeterio anotaba sus tiros libres: 53-55. Tiempo muerto de Pedro Martínez, que jamás hubiera pensado poder ganar haciendo tan poco. Falta del «Santo» a Nelson, que se dejaba un tiro libre. Para evitar el triple del empate, Bellas hacía falta a Heurtel: 54-56, a 11,5 segundos, y falta en el rebote de Lampe.
¡Diversión a tope en un Buesa Arena que se vaciaba entre aficionados horrorizados! Su equipo, la liebre, se estaba viendo superado por una tortuga con bajas, Scheyer, Rey y Toolson; una tortuga coja, que no se creía su opción, y erraba desde los 4,60 metros. El último, Beirán a 10,9: 54-56 y rebote para Lampe.
Y, como diría Natxo Mendaza, «¡el Heurtelismo va a llegar!», y el base francés le dio la razón al escriba de la web de la Euroliga clavando el triple de la victoria. Pues vale. El título liguero está más cerca. Más que nada porque si jugando tan horriblemente mal se gana, a la que se mejore...
Hasta el segundo cuarto, el Baskonia siguió creyendo que los play offs aún no habían empezado. Hasta verse 21-25 por abajo, su defensa no apareció, lo que propició que Beirán o Nelson camparan a sus anchas, mientras que en ataque, pese a los puntos de Nocioni, se erraban demasiados tiros bajo el aro. Por fortuna, Tabak activó al fin su defensa, lo que obligó al Gran Canaria a abusar del triple, sin que el acierto los acompañase en exceso, fruto también del bajón de calidad de su rotación.
Pero el ataque local tampoco estaba para alegrías. Su acierto en el tiro era tan bajo como el de su adversario, y solo unos pocos puntos de Causeur evitaron que la desventaja baskonista al descanso fuese alarmante: 30-31.
Guerra de nervios
El Baskonia pareció despertar al adelantarse 38-35, pero Nelson lo impidió y a los gasteiztarras les entraron todos los males.
Con el rebote perdido y el público en desbandada, al Gran Canaria, que erró cinco tiros libres, le temblaron las canillas y a Heurtel, que es un inconsciente, no. Su triple se celebró como si se hubiera ganado la Final Four de la Euroliga. Más de uno ya ha pedido cita en Lourdes.
No hace falta ser un lince para adivinar el disgusto de Zan Tabak. Muy crítico -autocrítico-, el técnico de Split fue honesto al reconocer que «merecimos perder», y fue aún más crítico al incidir que «jugamos como en los últimos partidos de la Liga regular. Si no te metes en cada partido, es imposible meterte luego `cuando quieres'».
«Merecíamos perder esta noche», soltó Tabak con tono sombrío. «Sobre todo por el modo en el que entramos en el partido: como en los últimos partidos de Liga, tratando de meter una canasta más. Y este partido es la muestra más evidente de que intentar meterse en los partidos `cuando quieres' es imposible si no te metes todos los días», subrayó.
«Y luego», añadió, «cuando la defensa empieza a funcionar, no funciona el ataque por nuestra ansiedad y porque el rival, bien preparado y muy competitivo, no nos permitió atacar como queríamos».
«Gran Canaria ha jugado porque se lo hemos dejado. Espero que a partir de ahora se entienda que la única manera de ganar es defendiendo como en los últimos cuartos», culminó. A. G.