Jagoba Arrasate ganó su primer partido como entrenador de la Real al presentarse ante su afición con tranquilidad, naturalidad y una confianza que sorprendió a los que dudaban de él por su inexperiencia para abordar situaciones novedosas como las que comenzó a afrontar ayer con toda solvencia.

«Lo primero que quiero decir es que estoy orgulloso de ser entrenador del primer equipo de la Real. Quiero dar las gracias al club por darme esta oportunidad y es importante acordarme de los técnicos de Zubieta y de toda la gente del fútbol guipuzcoano y de los pasos previos en Berriatu y Elgoibar. Si no fuera por esta gente no estaría aquí».

A partir de ahí respondió a las preguntas en su primera rueda de prensa con tal naturalidad que parecía encontrarse ante un trámite. Dijo que aceptó la propuesta del Consejo de asumir la dirección del primer equipo «sin ninguna duda. No puedes elegir el momento, ha venido así, me lo tomo con naturalidad, sé lo que viene. Entiendo que algunos piensen que me falta experiencia, pero tengo tranquilidad y toda la confianza en mí y en que las cosas saldrán bien».

Tiene claro que ha sido elegido porque «si algo ha funcionado es normal que queramos dar continuidad a las cosas que se han hecho bien. Surgirán dificultades porque el año es diferente, pero estoy dispuesto a dar continuidad a las cosas buenas y hay que ser capaz de dar la vuelta a esas dificultades. Además intentaré aportar mis ideas, al margen de las que he compartido este año con Philippe».

Sabe que la plantilla respalda su elección «pero lo que tengo que conseguir es que los jugadores piensen lo mismo dentro de seis u ocho meses».

No considera un problema su relación de amistad con algunos futbolistas: «En Elgoibar pasé a entrenar a jugadores que habían jugado conmigo y a gente mayor. Como tercer entrenador he tenido un rol y ahora otro y estoy tranquilo. Sé que la gestión del grupo es diferente, pero por ser el primer entrenador no tengo que cambiar las cosas».

Un hombre tranquilo

Se definió como «un hombre tranquilo que intentará trabajar a tope para que la Real tenga buenos resultados. Soy un hombre de la casa que ha entrenado al juvenil y que intentaré dar continuidad al proyecto. He aprovechado al máximo la experiencia de este año, que ha sido muy enriquecedora. Conozco la plantilla, la Primera División, la metodología de Philippe y eso puede jugar a mi favor».

Se le recordaron unas declaraciones de Montanier en las que trasmitía desconfianza en lo que venía por detrás en la cantera. Respondió que «igual no soy objetivo, pero confío muchísimo en el trabajo de Zubieta. No podemos pretender que cada año salgan cuatro jugadores al primer equipo. Tenemos 17-18 de Zubieta y no sé lo que va a pasar el año siguiente, pero no dudo del trabajo de Zubieta. Siempre ha dado frutos y en un futuro también los dará».

Preguntado por su condición de vizcaino dijo que «no soy sospechoso. Mi padre es de Mutriku, toda la carrera futbolística la desarrollé en Gipuzkoa y soy socio de la Real desde hace veinte años, desde el paso a Anoeta. Aunque tengo la parte vizcaina, que viene hasta bien».

Ese conocimiento del terreno le lleva a asumir que el principal problema que se va a encontrar es que el cuarto puesto genera unas altas expectativas sin entender que jugar tres competiciones merma los resultados: «Puede ser, pero desde el momento que asomo la cabeza sé a lo que me expongo. Todo hay que tomarlo con naturalidad, sabemos que es un año diferente, que hay expectativas con el equipo porque ha hecho un gran fútbol, con 66 puntos y 70 goles. Igualar eso será difícil, pero lo tomamos como una ilusión y un reto consolidarnos en esas posiciones. Queremos darle continuidad, que no sea un año puntual, que la Real siga arriba durante los próximos años».

Confianza en la plantilla

Añadió que «tengo toda la confianza en la plantilla. El equipo no ha tocado techo. Mejorar el cuarto puesto es difícil, pero el equipo tiene margen de mejora y vendrá del aspecto técnico, táctico y, este año, del psicológico al tener tres competiciones».

Entiende que con la plantilla actual y un par de incorporaciones será suficiente: «El club tiene una línea muy marcada, voy a trabajar con Loren y el presidente y no me preocupa. No soy caprichoso, no voy a pedir nada fuera del alcance de la Real. Vamos de la mano, todos pensamos en el bien de la Real y en eso no va a haber problemas». Comparte con Loren el criterio de reforzar el equipo sin prisas con la renovación de José Ángel y la llegada de un delantero.

El director deportivo explicó que se decantó por Arrasate porque «había que dar continuidad. Cualquier entrenador debía ir en la misma línea. Había otras opciones y se decidió la de Jagoba porque es una línea muy clara de continuidad con los matices que puede introducir haciendo que esto se estabilice para muchos años».

Jokin Aperribay dejó claro que el contrato de Arrasate es para un año, «pero estoy seguro de que va a estar muchos años» y de que la renovación llegará tras la celebración de las elecciones.