La Plataforma de Solidaridad de Taksim emitió una nueva declaración en la que retira la exigencia de dimisión de todos los responsables de la represión policial, pero mantiene su reivindicación de que se anulen los planes de remodelación del parque Gezi de la plaza Taksim y que «no se toque ni uno solo de los árboles».

Exige asimismo una investigación independiente sobre la violencia ejercida por las fuerzas policiales contra los manifestantes.

Mientras tanto, Can Dundar, columnista del diario «Milliyet» y que sigue sobre el terreno la concentración de Estambul informaba ayer de que entre los manifestantes se ha extendido el rumor de que la Policía desalojará hoy mismo la plaza.

Y es que durante la madrugada del lunes la Policía desalojó varios de los campamentos levantados en otras ciudades turcas. En Ankara los policías emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes reunidos en la plaza Kizilay. Los agentes forzaron el desalojo de la plaza. En el parque Kugulu, también en la capital política y económica turca, los agentes desmantelaron las tiendas de campaña.

Pese a ello, los manifestantes de Estambul seguían ayer decididos a mantener sus protestas pese a las amenazas del primer ministro. «Hoy vamos a la escuela pero volveremos al final del día», señalaba Ecem Yakin, una estudiante de 17 años.

«Mientras Erdogan persista en su lenguaje violento esto continuará», advertía Akif Burak Atlar, un portavoz del movimiento, que reconocía que «honestamnente, no sé a dónde va a ir a parar todo esto. Nadie controla nada», añadió explícito.