El mes de junio como hervidero de dimes y diretes, fichajes y traspasos ha pasado a la historia. La ingente deuda que tienen los clubes con Hacienda, Seguridad Social, plantillas y proveedores, morosidad a la que la UEFA parece querer meterle mano a partir de 2014 en el actual marco de crisis económica, hace que la cautela se haya instalado en el mercado futbolístico.

Al menos en lo que se refiere a las entidades deportivas más modestas, como es el caso de Osasuna. La idea rojilla es reforzar el equipo en alguna de sus posiciones, pero para ello previamente habrá que hacer caja, máxime cuando ya se parte de la obligación de abonar más de dos millones de euros para hacerse con los servicios de De las Cuevas -así lo estipulaba el acuerdo con el Sporting- y Silva, en este caso por el buen rendimiento ofrecido por el jugador.

Pero las necesidades no se quedan ahí. Aunque Mendilibar no es un técnico exigente en este sentido, la realidad es palpable en cuanto a las carencias que existen en algunas posiciones del once osasunista. La más evidente, por su prolongación en el tiempo, es la del lateral izquierdo. Desde la marcha de Natxo Monreal, ese puesto ha quedado huérfano, pues sus susti- tutos no han terminado de cuajar y el cuadro técnico se ha visto obligado a buscar soluciones de urgencia.

Unos remedios que no siempre han dado el resultado apetecido. Ni Damià ni Nano han rendido como se esperaba y el equipo ha tenido muchos problemas por ese flanco. Conocida la persistencia que suele tener Osasuna con aquellos jugadores que le gustan, no sería descartable que volviese a intentarlo con el francés Florian Marange, que acaba contrato con el Girondins, donde ha vuelto a estar al rebufo de Tremoulinas.

Se buscan hombres con gol

Otro compatriota suyo, Jordan Lotiés, sí que ha salido a la palestra como refuerzo también para la línea defensiva, en este caso en el puesto de central. Recién descendido su equipo, el Nancy, a la Ligue2 y con coste cero, el futbolista está deshojando la margarita, pues también maneja ofertas de la Premier. En el club rojillo se apunta que las negociaciones están bien encaminadas, pero la incorporación no termina de concretarse, de ahí las dudas. El caso de Javi Fuego el año pasado alimenta la incógnita sobre qué sucederá.

El otro apartado a reforzar es el ofensivo. La carencia de gol a punto estuvo de bajar al equipo a Segunda y ahora se buscan futbolistas con puntería, una tarea siempre difícil y costosa. Si finalmente Kike Sola es vendido, la empresa saltará a la categoría de acuciante. El mercado de la categoría de plata siempre ha sido uno de los preferidos para Osasuna, pero de momento el mutismo respecto a nombres es total.