Tras la riada del domingo en Iruñerria, ayer era una jornada de limpiar los efectos del agua en bajeras, garajes y viviendas. Pero también de denunciar la falta de previsión ante una tromba que afectó especialmente a Uharte, Atarrabia, Burlata y los barrios iruindarras de Errotxapea y Sanduzelai.

La gestión de la inundación por parte del Ayuntamiento de Iruñea fue criticada por vecinos de Errotxapea, que destacaban que no fueron avisados de la riada. La consecuencia fue que numerosos coches se quedaron atrapados en la zona de los Corralillos del Gas y calles adyacentes y numerosos garajes subterráneos.

«A nosotros nadie nos avisó. Vimos que el agua del río desbordó el parque del Runa, cruzaba la calle Río Arga y empezaba a entrar en nuestros garajes. Mi marido decidió sacar el coche. Otros vecinos no han tenido tanta suerte», comentaba ayer una vecina de la plaza Pompeyo, situada entre las calles Errotazar Río Arga. Los garajes ayer estaban aún llenos de agua. Dos palmos en el nivel -1 y hasta el techo en el -2. La marca del agua mostraba el nivel que alcanzó la riada. Todos los coches que quedaron en los garajes resultaron anegados, en los dos pisos.

La situación de Errotxapea contrasta con la de Burlata. Ayer, su alcalde, Juan Carlos González (UPN), destacaba, en declaraciones a Efe, que «ni un solo vehículo se ha visto dañado debido a la actuación de los agentes de la Policía Municipal y los empleados del Ayuntamiento que con mucha diligencia pusieron a salvo todos los vehículos municipales y los de los vecinos que estaban en aparcamientos próximos al río». Así, se desalojó un centenar de vehículos de los aparcamientos de El Soto y del que se encuentra junto al instituto Askatasuna.

Denuncia en Iruñea

Tanto en Burlata como en Atarrabia, el río se salió de su cauce y provocó daños en las piscinas de ambas localidades. En la zona de Martiket y el barrio de Ultzama, en Atarrabia, incluso hubo que evacuar a personas de viviendas que fueron anegadas por el río Ultzama. El Ayuntamiento de Atarrabia, de Bildu, pedirá la declaración de zona catastrófica para esta localidad.

En Atarrabia, para a las 7.00 de la mañana del domingo, los policías municipales avisaron con megafonía y sirenas de la llegada de la riada.

El sindicato Agrupación Profesional de la Policía Municipal de Iruñea (APM-Sppme) criticó «la falta de previsión y la pésima gestión» del Área de Seguridad del Ayuntamiento. En este sentido, destacó que hasta las 8.30 no se comenzaron a mover coches y que no se se avisó a los ciudadanos por SMS hasta las 9.30, a pesar de que a las 5.30 ya se tenía constancia de la crecida del Arga. A las 6.45 fue cuando la Agencia Navarra de Emergencias dio aviso a los ayuntamientos afectados.

Agentes municipales de Iruñea reclamaron que se llamara a grúas privadas ante la magnitud de la riada, pero los mandos se negaron. Junto a ello, municipales que se encontraban fuera de servicio el domingo se ofrecieron a trabajar ante el tamaño de la riada que llegó a Iruñea. Sin embargo, su ofrecimiento fue rechazado. El sindicato de municipales mostró su enfado y desconcierto ante esta actitud, teniendo en cuenta que la suspensión de libranzas es una práctica habitual incluso para servicios de más escasa entidad, como procesiones o partidos de fútbol.

«La retirada de vehículos de la zona de la Rochapea más cercana al río se demoró durante dos horas debido a la escasez de medios», añade el sindicato, que destaca que los agentes sugirieron avisar a grúas privadas para sacar los coches susceptibles de quedar dañados por el agua, «pero la idea fue descartada por los máximos responsables del servicio».

La influencia del desembalse registrado en Eugi en la riada fue otro de los motivos de controversia. Paradójicamente, el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, coincidió con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, al señalar que si no hubiera sido por ese embalse el volumen de agua que hubiera llegado hasta la capital navarra sería mucho mayor.

Frente a ello, el diputado de UPN en el Congreso de Madrid, Carlos Salvador, solicitó la comparecencia de De Pedro para que explique la función regulatoria de Eugi. También pedirá que comparezca el presidente de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Daniel Cano, para que aporte datos sobre las previsiones del pasado fin de semana.

El consejero navarro de Interior, Javier Morrás, también criticó la falta de exactitud de las previsiones de Aemet.

El debate llegó hasta el Parlamento, donde se aprobaron por unanimidad dos declaraciones institucionales, una propuesta por Bildu y la otra por el PP. En la de Bildu se muestra la solidaridad con todos los afectados y se urge a las administraciones a articular medidas urgentes, eficaces y útiles para atender a los damnificados. Asimismo, se reclama «una aclaración del conjunto de las administraciones competentes» para, en su caso, «depurar las responsabilidades existentes».

La presentada por el PP insta a que se analicen las causas por las que no se activaron las alertas de inundación «con una mayor antelación», al tiempo que se pide que se comience a «mejorar los sistemas de prevención para futuras inundaciones».