Sale de la sombra la fuente de las filtraciones sobre espionaje masivo
Edward Snowden, el extécnico de la CIA y exconsultor de la Agencia Nacional de Inteligencia que se responsabilizó de filtrar datos del espionaje masivo en EEUU, se encuentra en paradero desconocido desde que declarara su intención de buscar asilo y abandonara su hotel en Hong Kong. Asegura que lo hizo por «una cuestión de principios». La eventual petición de extradición de Washington podría topar con el veto de Pekín.
GARA |
«Tengo intención de pedir asilo a cualquier país que crea en la libertad de expresión y se oponga a que la privacidad global sea la víctima», afirmó Edward Snowden tras declararse autor de la filtración que ha sacado a la luz el espionaje masivo de millones de usuarios de la operadora de telefonía Verizon y de los principales servidores de internet por parte de los servicios de Inteligencia de EEUU.
El estadounidense de 29 años que logró trabajar para la CIA y la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) por su gran talento para la programación reveló voluntariamente desde Hong Kong a los diarios «The Guardian» y «The Washington Post» su responsabilidad, pero su futuro seguía siendo incierto, ya que aunque el Gobierno de EEUU ha puesto en marcha una investigación, su posible demanda de extradición, en caso de materializarse, podría chocar con el veto de Pekín.
Washington y Hong Kong firmaron un tratado de extradición en 1996, antes de que la excolonia británica pasara a formar parte de China como territorio autónomo. Pero ese trato contiene una cláusula secreta que en la práctica otorga a Pekín un veto en aras a «la defensa, las relaciones exteriores, el interés público o el orden público». Sin embargo, los expertos consideran que ambos países suelen adoptar normal- mente un enfoque pragmático en este tipo de disputas.
Desde las filas republicanas, el miembro de la Comisión de Seguridad Nacional Pete King hizo un llamamiento a llevar rápidamente ante la Justicia a Snowden alegando el temor a que China obtenga información sobre sus programas de espionaje. «Yo lo considero un desertor», sostuvo King, que agregó que Snowden podría ser condenado a entre 15 y 20 años de prisión si revela información clasificada.
El informático estadounidense, cuyo último paradero conocido era Hong Kong, se encuentra en paradero desconocido desde que ayer abandonara el hotel Mira donde permanecía.
Snowden salió de la sombra el domingo en sendas entrevistas a «The Guardian» y «The Washington Post». «Mi único objetivo es informar a la gente de lo que se está haciendo en su nombre y de lo que se está haciendo en su contra», señaló.
Interés público
Añadió que no se va a ocultar e indicó que «permitir que el Gobierno de EEUU intimide a su pueblo con amenazas de represalias por revelar malas acciones es lo opuesto al interés público».
Snowden ha estado una década ligado a la Inteligencia de EEUU, primero como ingeniero informático de la CIA, con base en Ginebra, y después como consultor de varias empresas externas que colaboran con la NSA y que ahora han evidenciado los riesgos a los que se enfrenta Washington al privatizar una parte importante de su labor de inteligencia.
Según el diario británico, el exagente de la CIA huyó a Hong Kong el 20 de mayo después de reproducir, en la oficina de la NSA en Hawai, los últimos documentos que iba a filtrar y solicitar unos días para tratarse la epilepsia que padece.
Su objetivo es librarse de un posible juicio en EEUU, tras protagonizar una de las mayores filtraciones de secretos en la historia del país, y señaló que iba a buscar asilo político en Islandia, el país más cercano a sus puntos de vista sobre la libertad de expresión en internet.
Al respecto, el Instituto Internacional para Medios Modernos (IMMI) islandés, cuya misión es dar refugio a quienes defienden la libertad de información y expresión, se ofreció ayer para asesorarle en una hipotética petición de asilo.
El director nacional de Inteligencia de EEUU, James Clapper, afirmó que las filtraciones realizadas por Snowden sobre programas de ciberespionaje estadounidenses comprometen la lucha «antiterrorista» del país.
El primer ministro británico, David Cameron, salió ayer al paso de las filtraciones sobre el programa masivo de ciberespionaje a al defender que los servicios de Inteligencia de Gran bretala se atienen a la ley para garantizar la seguridad pública.
«Estoy satisfecho por contar con agencias de Inteligencia que realizan un gran trabajo para mantenernos seguros y que operan dentro de la ley», afirmó sobre las informaciones que desvelaron que los servicios de espionaje británicos obtivieron datos sobre comunicaciones digitales de millones de personas a través de EEUU.
En una comparecencia ayer ante la Cámara de los Comunes, el ministro británico de Exteriores, William Hague, insistió, por su parte, en que «cualquier dato obtenido a través de EEUU sobre ciudadanos de Gran Bretaña ha pasado por los controles y requisitos del sistema británico».
«Se ha sugerido que el GCHQ (centro de escuchas y decodificación de los servicios secretos británicos) ha colaborado con EEUU para sortear las leyes británicas y obtener información que legalmente les estaría vetada. Quiero que quede absolutamente claro que esa acusación es infundada», dijo.
«Interceptar el contenido de cualquier comunicación individual requiere mi firma y la de otro ministro», recordó Hague, que subrayó que «cada una de esas decisiones está basada en extensos argumentos legales y policiales». Resaltó que la privacidad de los ciudadanos es una de sus «principales preocupaciones» y que su Gobierno dedica un «especial cuidado en asegurar un equilibrio adecuado entre privacidad individual y seguridad nacional». Guillermo XIMENIS (Efe)
Más de 19.000 personas en menos de 24 horas han apoyado con su firma una petición al presidente de EEUU, Barack Obama, para que perdone a Edward Snowden, el exempleado de la NSA que reconoció haber filtrado información sobre programas de espionaje a particulares.
