Un comando integrado por siete insurgentes talibanes realizaron ayer un nuevo ataque en la capital afgana, Kabul, esta vez contra el aeropuerto, que quedó cerrado al tráfico aéreo, donde tomaron el control de dos edificios antes de ser abatidos unas horas más tarde, según la Policía, que no informó de otras víctimas.

Dos miembros del comando hicieron estallar los explosivos que llevaban y otros cinco fueron abatidos por las fuerzas de seguridad, que informaron que los talibanes iban armados con explosivos, granadas y armas automáticas.

El grupo, ataviado con uniformes de la Policía y el Ejército afganos, irrumpió de madrugada en el aeropuerto, utilizado por las fuerzas afganas y las de la OTAN, y se apoderó de dos edificios en construcción junto a la terminal en una de las acciones armadas más audaces perpetradas por los talibanes en los últimos años. El enfrentamiento posterior se prolongó durante cuatro o cinco horas, y se produjo en pleno proceso de retirada gradual de las fuerzas de ocupación, y un día después de que el presidente afgano, Hamid Karzai, viajara a Qatar para asistir al foro anual EEUU-Mundo Islámico.