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El Metal toma la calle por su convenio y llama al resto de sectores al 4 de julio

El sector del Metal y todos los sectores con el convenio colectivo por renovar encaran un final de junio y principio de julio repleto de movilizaciones para condicionar la posición de bloqueo de la patronal. Los sindicatos LAB, UGT, CCOO y ESK se movilizaron ayer en el marco de la huelga convocada en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa para defender los convenios de sector y empresa ante la reforma laboral, y tomaron impulso para una dura recta final hasta el 7 de julio.

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Iraia OIARZABAL | DONOSTIA

Después de tres jornadas de huelga unitaria en el sector del Metal de Gipuzkoa, que culminaron ayer con movilizaciones en el conjunto de la CAV, los sindicatos LAB, CCOO, UGT y ESK han convocado otro día de huelga el 4 de julio en los sectores y empresas con los convenios sin renovar y en peligro de perder su vigencia tres días más tarde, es decir, el 7 de julio. Tomaron impulso en los actos de ayer y aseguraron que la movilización «no se va a paralizar».

Las centrales valoraron «muy positivamente» el seguimiento de la huelga de ayer –alrededor del 70% según señalaron–, que sirvió para medir la adhesión de los trabajadores a la lucha contra la reforma laboral. Las tres capitales acogieron manifestaciones, siendo la de Bilbo la más multitudinaria. En ella estuvieron los secretarios generales de LAB, Ainhoa Etxaide, de CCOO, Unai Sordo, y de UGT, Raul Arza.

Todos ellos advirtieron a las organizaciones empresariales de que «se equivocan aquellos que piensan que, por la llegada del 7 de julio, van a dejar de aplicar los convenios colectivos en este país».

Ainhoa Etxaide señaló como responsable de la conflictividad generada por la aplicación de la reforma laboral a la patronal y a «sus ansias de seguir atacando» los derechos laborales.

A su juicio, no se está ante «un mero conflicto laboral», sino también ante «un problema político, de modelo social, de relaciones laborales», para dar salida a la crisis, por lo que instó al Gobierno de Gasteiz a posicionarse «ante Confebask». Incidió en que hay una mayoría en el Parlamento que se opone a la reforma laboral, por lo que instó a adoptar iniciativas para que los convenios no se echen a perder el 8 de julio.

También se dirigió a la patronal para instarle a negociar y poner «de una vez y definitivamente, los intereses de la sociedad y la economía vasca por encima de los suyos particulares».

Ante esta situación reivindicó el valor de las movilizaciones en defensa de «mejores relaciones laborales» y reiteró su oposición a la reforma laboral, que   permite a la patronal «modificar unilateralmente las relaciones laborales sin ningún tipo de límites».

El secretario general de CCOO Euskadi, Unai Sordo, por su parte, afirmó que «los trabajadores van a defender con uñas y dientes los convenios colectivos y, por tanto, estas jornadas de movilización y las que continúen en las próximas fechas, van a dejar esto muy claro a las organizaciones empresariales». Añadió que, además de lucha, va a haber propuestas por parte de los sindicatos, de manera que, advirtió, la patronal «no va a dejar de aplicar los convenios de forma pacífica».

Mientras, el máximo dirigente de UGT, Raul Arza, defendió la negociación sectorial y los convenios de empresa ante «la amenaza de una parte de la patronal» que pretende aumentar la competitividad de las empresas «bajando los salarios e incrementando la jornada».

Nuevas convocatorias

El escenario de ayer sirvió también como punto de partida para nuevas movilizaciones que, en un sprint final hasta el 7 de julio, intentarán mantener la base de las condiciones laborales de miles de trabajadores, si bien indicaron que la lucha no cesará después de esa fecha.

A pesar de que las diferentes patronales calificaron la jornada de ayer de «fracaso» y su incidencia como «escasa», «nula» o «paupérrima», los sindicatos confían en esta vía iniciada en conjunto. El responsable del área del Metal de LAB, Jon Ander Goñi, manifestó ayer en Donostia que «aquí hay un frente común ante la patronal. Eso es lo que piden los trabajadores y una labor que debemos hacer los sindicatos ante la patronal».

Ante las movilizaciones unitarias de ayer, y las convocadas para los próximos días 28 de junio y 4 de julio en todos aquellos sectores a punto de perder su convenio, Goñi hizo referencia la sindicato ELA, que ha decidido actuar en solitario, y apuntó que «se ha situado fuera de esta dinámica porque ha querido». Afirmó que no han percibido la convocatoria realizada por ELA en las empresas sin convenio. «Lo que sí hemos percibido es que se ha posicionado en contra de las huelgas que se han convocado a favor del sector», apostilló.

Planteó que la central liderada por Adolfo Muñoz «tendrá que reflexionar dónde se va a situar de aquí en adelante. Está claro que los trabajadores se están sumando a nuestra estrategia», añadió. Reiteró que la postura de LAB es la de defender tanto los convenios de sector como los de empresa porque «ambos son complementarios y hay que luchar por ambos».

Como muestra de ello, indicó que en Gipuzkoa muchos comités, a pesar de tener convenio propio, se sumaron a las convocatorias de huelga. Destacó que miles de trabajadores, tanto de empresas grandes como de pequeñas, salieron a la calle y mencionó el caso de compañías significativas del territorio como CAF, TS Fundiciones y Jaso.

Metal de Nafarroa

Por otra parte, delegados del sector del Metal de ELA en Nafarroa analizaron ayer en asamblea el convenio colectivo para la industria siderometalúrgica firmado por UGT, CCOO y la patronal CEN y que calificaron como «muy negativo» ya que, «por desgracia, no es el convenio de mínimos que era».

Jokin Arbea criticó el acuerdo, que afecta a unos 30.000 trabajadores, porque «modifica muchos y variados artículos empeorando las condiciones de los trabajadores del sector» en cuestiones como las vacaciones o el régimen disciplinario. Agregó que «los salarios los pueden modificar a su antojo, ya que no recoge ninguna cláusula que dé garantía a los trabajadores frente a las últimas reformas tan agresivas que ha habido con la reforma de Rajoy».

Ello hace, en su opinión, que el escenario se vuelva «my complicado» para los trabajadores. A su juicio, «para defender las condiciones laborales y los salarios el único marco que queda es el de la empresa».

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