Valoración del técnico del conjunto femenino sobre la temporada finalizada
«El equipo ha sabido sobreponerse al mal inicio»
A pesar de «una primera vuelta floja», Unai Gazpio destaca la buena disposición al trabajo de sus jugadoras.
Imanol CARRILLO
Unai Gazpio, técnico del equipo femenino de la Real, hizo ayer una valoración ante las cámaras del club blanquiazul después de finalizar la temporada 2012-13 con el subcampeonato de la Copa Vasca y la comida en familia que realizaron las jugadoras el pasado domingo. El donostiarra tildaba la campaña de «un poco complicada» debido a «una primera vuelta floja» y porque «ha sido una temporada de cambio porque venía yo, y eso al final también supone cambios y hacerse a una forma de trabajar».
El guipuzcoano acaba de completar su primer año al frente del equipo femenino y reconoce que no ha sido una temporada fácil. «Hicimos una primera vuelta un poquito floja, hemos arrastrado esa primera vuelta y no hemos podido conseguir el objetivo que teníamos todos a principio de temporada debido a esos números de la primera parte. En la segunda, la trayectoria del equipo ha sido mucho mejor, hemos doblado prácticamente en puntos lo conseguido en la primera vuelta; los números de la segunda han sido de Copa, que era lo que pretendíamos. El equipo ha ido creciendo y ha sabido sobreponerse a ese mal comienzo; y eso también es de destacar», resume Gazpio.
De hecho, de ese negativo inicio el técnico también saca otros aspectos positivos: «Es un grupo muy comprometido, siempre con ganas de entrenar y de dar el máximo. Además, ha habido mucha gente que ha dado un paso adelante, que ha madurado y que ha sabido vivir momentos malos. Es lo que más destacaría del grupo, que siempre está dispuesto a trabajar, y cuanto más, mejor».
«Este equipo tiene potencial»
El mal arranque ha hecho no conseguir los objetivos marcados a principios de año, por lo que, cuando esto ocurre, «siempre hay cosas que mejorar», admite Gazpio, quien se centra en «poder dar un paso en el tema de la mentalidad y creernos que somos capaces de estar bastante más arriba de lo que hemos estado y creerlo de verdad. Este equipo tiene potencial, tiene recursos para competir bien y contra todo tipo de equipos».
Sin embargo, es consciente de que la temporada es larga: «Es difícil siempre que un equipo afronte todos los partidos por igual, porque cada partido viene en un momento concreto y nunca se puede vivir todos los partidos por igual».
Lo vivido este año ayudará al técnico de cara a la próxima campaña, que comenzará el próximo 23 de julio con el inicio de la pretemporada. Así, «el punto de partida del año que viene no es el de este; parte desde un punto de partida más maduro, más trabajado y, respecto a mí, más conocedor de la competición y la propia plantilla».
En el plano personal, la experiencia ha sido «totalmente positiva. Para mí ha sido un año exigente, complicado, pero a la vez muy enriquecedor. El poder estar al frente de este equipo ha sido un verdadero placer y ha sido un continuo aprendizaje. Estoy muy contento y, aun con ganas de descansar, ya estoy mirando la temporada que viene y con ganas de afrontar ese segundo año, que no tengo dudas de que va a ser mucho mejor que el primero».
El técnico no quiso dejar pasar la ocasión para agradecer a Gurutze, Evelyn y Leire -causan baja- «por todo el trabajo que han dado a lo largo de estos años que han estado en la Real. Estoy muy agradecido por el trabajo que han hecho».
Asimismo, tuvo un detalle para los seguidores. «Estoy muy agradecido a la afición, a ese grupo de gente que cada quince días ha estado en Zubieta animando al equipo, sobre todo en los malos momentos, que los ha habido este año. Han respondido de una forma increíble, y también a esas peñas y personas que viven lejos de aquí, que siempre se acercan para apoyar y dar ese cariño», concluyó.
Aboubacar Diarra, al Sanse
El Sanse ha fichado al central de Mali Aboubacar Diarra (9-8-1994), procedente del División Honor Juvenil del Eibar, para las dos próximas temporadas. A partir de julio, se pondrá a las órdenes de Asier Santana.
La Real abrirá la próxima semana el plazo para inscripción de nuevos socios con su participación europea como reclamo y la cifra de 27.000 como referencia, ya que alcanzar los más de 28.000 que logró cuando jugó por primera vez la Champions parece complicado en la actual tesitura económica.
La clasificación europea puede servir al club blanquiazul -actualmente cuenta con 25.400 abonados- para volver a romper la tendencia a la baja registrada en los últimos meses, que le hizo perder casi 700 abonados en la última campaña de captación con la renovación de carnés a principios de año.
Los 27.000 socios ya se rozaron en 2011 tras conseguir la permanencia el año después del ascenso de Segunda División, aunque su mejor cifra se registró en 2003, cuando disputó la Champions League en el segundo año de Raynald Denoueix en el banquillo, al sumar en aquel momento 28.400 seguidores de pago.
En aquella oportunidad la Real dio de alta a 1.500 nuevos aficionados seducidos por la histórica participación en la máxima competición continental.
EFE
Carlo Ancelotti ya es el nuevo técnico del Real Madrid, con el que firma para las tres próximas temporadas. El italiano, que releva a Jose Mourinho, se ha desvinculado del Paris Saint Germain tras la llegada de Laurent Blanc a la capital francesa y será presentado hoy a las 13.00 en el palco de honor del Santiago Bernabéu. Ancelotti llega con el bolsillo cargado de títulos, dos Champions, dos Supercopas de Europa, un Mundial de clubes, una Copa Intertoto y títulos de Liga en Italia, Inglaterra y el Estado francés.
Con un Neymar en pleno auge -autor de tres goles, uno por partido-, Brasil parte como favorito esta noche (21.00, Telecinco), pero la selección de Uruguay de Edinson Cavani, Luis Suárez y Diego Forlán, una delantera que suma cuatro goles en el torneo, ansía volver a ser el verdugo de los anfitriones. Los brasileños nunca han conseguido borrar el indeleble recuerdo de la derrota por 2-1 contra Uruguay en la final del Mundial de 1950 en un recién inaugurado Maracaná ante 200.000 personas.