Lucha antidopaje
La acusación contra Jalabert abre de nuevo el debate
El excorredor francés renuncia a su trabajo de comentarista y denuncia su indefensión.
Asier AIESTARAN
La acusación de dopaje desvelada el lunes por el diario «L'Equipe» contra Laurent Jalabert, por un positivo en el Tour de 1998 tras un control retroactivo de 2004, ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de la lucha contra el doping en el Estado francés. La primera consecuencia fue que el propio Jalabert, seleccionador galo de ciclismo hasta el pasado mes de abril, renunció a ejercer de comentarista del Tour en la televisión pública francesa, labor que ha venido desempeñando en los últimos años.
«Con el fin de poder preparar una defensa serena en estos momentos, he decidido con toda libertad suspender a partir de hoy mis colaboraciones como comentarista de los distintos medios de comunicación. He sido objeto de revelaciones que, hasta donde yo sé, han sido llevadas solo por la vía de la prensa, sin ningún elemento de Derecho. No deseo que estos acontecimientos puedan empañar la fiesta del centenario del Tour, ni que puedan causar perjuicio a la imagen de mis socios», subrayó el excorredor mediante una nota de prensa.
Según la información publicada por «L'Equipe», el nombre de Jalabert habría salido a la palestra en el marco de la investigación que viene llevando a cabo el Senado galo para evaluar la eficacia de la lucha contra el dopaje en el Estado francés. Aunque en un principio las pruebas eran anónimas, la comisión de investigación pudo relacionar los test realizados con los nombres de algunos corredores.
«Dopado, bajo mi conocimiento, no. Nunca participé en ningún dopaje organizado. Es una certeza», afirmó Jalabert en declaraciones a RTL recogidas por la web biciciclismo. «Hay un informe el 18 de julio con la revelación de los corredores que fueron positivos en 1998 con este control retroactivo, ¿cuáles son las soluciones que tenemos para defendernos? Me gustaría saberlo. Si el control se ha practicado en el año 1998 es con una muestra B forzosamente, ya que la A se analizó. No hay forma de pedir una segunda opinión en contra», se defendió el excorredor de la ONCE, negando cualquier conexión con el doctor Eufemiano Fuentes.
Bajo la sombra de Armstrong
Esta acusación llega a menos de una semana de que comience el Tour y tras un invierno especialmente convulso, a raíz de que Lance Armstrong, siete veces ganador de la ronda gala, reconociera haber utilizado sustancias dopantes en todas y cada una de las ediciones en las que se impuso. Las recientes declaraciones del alemán Jan Ullrich, ganador en 1997, admitiendo haber hecho uso del dopaje sanguíneo, no hacen sino ahondar en la preocupación de los organizadores del Tour, que han tenido que cambiar una y otra vez el palmarés de la prueba por este tipo de escándalos.
En ese sentido, resultan interesantes algunas otras manifestaciones recogidas estos últimos días. Como las de David Moncoutie, con once Tours a sus espaldas y dos victorias de etapa, que dijo ante las cámaras de Euronews que era imposible ganar la general sin utilizar sustancias prohibidas, «sobre todo desde la llegada de la EPO en los años 94-95». Retirado este mismo año, David Moncoutie añadió que «pienso que es posible participar en el Tour sin doparse, como he hecho yo, y no creo que haya sido el único. Sin embargo, si hablamos de ganar el Tour es otra cosa».
El equipo Sky, cuyo dominio en el Tour del año pasado fue abrumador, tampoco se ha escapado de las sospechas de dopaje. Se les ha relacionado con el doctor Geert Leinders, médico del Rabobank en la época de Michael Rasmussen, y se han tenido que deshacer de varios miembros de su equipo técnico, como Sean Yates, Steven De Jongh o Bobby Julich, relacionados con prácticas dopantes en su época de corredor. «Cometimos errores en el pasado», reconoce al respecto Dave Brailsford, el mánager general del Sky, que presume de confiar los controles internos del equipo a agencias externas «porque, si se encuentra algo, podría haber una tentación de esconderlo».
El Lampre-Merida fue ayer una de las últimas escuadras en confirmar su lista definitiva de nueve corredores para el Tour. La forman Damiano Cunego, Matteo Bono, Davide Cimolai, Elia Favilli, Roberto Ferrari, Adriano Malori, Manuele Mori, Przemyslaw Niemiec y José Serpa.
El entrenador francés Frédéric Grappe afirmó que los valores físicos de Chris Froome en la Dauphiné -una potencia de seis vatios por kilo en Valmorel y entre 85 y 90 mililitros de oxígeno por kilo de peso corporal por minuto- son difícilmente mejorables de cara al Tour.
Blanco, el equipo holandés que perdió esta temporada el patrocinio y el nombre de Rabobank, se llamará Belkin durante el Tour. La denominación responde a la de su nuevo patrocinador, una marca informática, que ha firmado con la estructura tulipán para dos años y medio.
Según «La Gazzetta dello Sport», el equipo Astana está interesado en fichar a Ivan Basso. Los rectores del equipo kazajo entienden que podría ser el complemento ideal para Vincenzo Nibali, para ayudarle en las grandes vueltas y tener un recambio para las que el joven no dispute.