Itxako
Al borde de la desaparición
La renuncia a la División de Honor y su situación económica podrían acabar con el fin del club de Lizarra.
Juan Carlos ELORZA
Hace casi exactamente un año, el 21 de junio de 2012, la junta directiva de Itxako colgaba un comunicado en la página web del club para renunciar a su derecho a participar en la Champions League por motivos económicos. Una semana después en la Asamblea Extraordinaria de socios reconocía una deuda de 1'3 millones de euros. Al borde del abismo, un grupo de personas creó otro club -Lizarreria- para acoger a las categorías inferiores, mientras todas las jugadoras y técnicos de la plantilla senior abandonaban el equipo.
Tras un verano accidentado, Itxako logró reunir una docena de jugadoras en vísperas del inicio liguero para situarse enseguida en la cola de la clasificación. En noviembre llegó el mazazo de la imputación por estafa de Iñaki Gil, director general de su principal patrocinador -Grupo Asfi-, y con ella la convicción de que el club no volvería a obtener ningún ingreso de esa fuente. Poco después el club solicitaba un pre-concurso de acreedores, que acabó convirtiéndose en el principio del fin.
Pese a la salvación deportiva, que el equipo obtuvo en la penúltima jornada liguera -a primeros de mayo-, esa misma semana el club solicitaba el concurso de acreedores, mientras la plantilla amagaba con no presentarse al último partido por impagos de sus fichas.
Hace un par de semanas llegaba la puntilla, al comunicar el Gobierno navarro que no iba a hacer efectiva la subvención de 156.635 euros que le habían aprobado por encontrarse precisamente en situación concursal, con lo que incumplía la normativa para recibir estas ayudas.
La respuesta de la junta directiva presidida por Miguel Bujanda llegó en una escueta nota enviada el lunes a los medios de comunicación: «La S.D. Itxako renunciará esta semana a su plaza de División de Honor al no disponer de los suficientes recursos económicos para poder competir la próxima temporada 2013-2014 en la máxima categoría del balonmano español.
La situación económica actual del Club, así como la imposibilidad de concretar las distintas posibilidades de patrocinio que la S.D. Itxako ha trabajado este último año que sustituyan al desaparecido patrocinador principal, ha llevado a la Junta Directiva a tomar esta decisión».
El informe del administrador concursal sobre la situación económica del club, que debe ser presentado esta misma semana, establece la deuda total de Itxako en 1.603.793,94 euros, y valora su patrimonio actual en una cantidad cinco veces inferior, 362.295,72 euros, según los datos publicados ayer por el «Diario de Navarra», lo que significa que la mayoría de los acreedores no podrán recuperar el dinero que se les adeuda (medio millón a jugadoras y técnicos).
La Federación Española establece el 30 de junio como fecha límite para confirmar la presencia en las competiciones para las que se han clasificado, y solicita que se detalle la preferencia de la categoría en que desea ser reubicado. Aunque Itxako podría seguir en la División de Honor Plata, sin dinero, plantilla, ni equipos inferiores, lo más probable es que la siguiente noticia sea la desaparición del club. La normativa otorga al Castelldefels el derecho a recuperar su plaza en la elite.
Cinco clubes se han repartido los 31 títulos de Liga desde que se puso en marcha la División de Honor con ese nombre, y solo el último campeón, Bera Bera, competirá la próxima temporada. El Iber de Valencia de Cristina Mayo (20 títulos con diferentes denominaciones), el Elda (4), Cementos La Unión Ribarroja de Mislata (2) y ahora Itxako (campeón de las cuatro ediciones desde la 2008-09 a la 2011-12) han desaparecido de la elite tras verse incapaces de sostener las estructuras económicas que habían levantado, sustentadas sobre la base de las subvenciones institucionales, como la mayoría de los proyectos del balonmano femenino.
Itxako, un club fundado en Lizarra en 1972, vivió su época dorada tras el ascenso a la División de Honor, en la que debutó la temporada 2000-01. En su tercera temporada su cuarta plaza liguera le condujo a la Copa EHF, y a partir de ahí ya no fallaría nunca a su cita europea. Inspirado en el ejemplo del San Antonio, dominador en la Liga Asobal y en Europa, Itxako empezó a crecer con la llegada de Ambros Martín al banquillo en la temporada 2004-05 y la paulatina incorporación de jugadoras de nivel a la plantilla. En la temporada 2007-08 llegó a la final de la Copa EHF, que perdió ante el Dinamo Volgogrado ruso (50-45 en el tanteador global), pero al año siguiente conquistaba sus dos primeros títulos, obtenidos además en el margen de tres días, la Liga y la Copa EHF, ante el Leipzig alemán (52-45).
En las tres siguientes temporadas Itxako se convirtió en dominador total de la División de Honor, logrando tres tripletes consecutivos (Liga, Copa y Supercopa). Con una plantilla formada por el bloque principal de la selección española y varios refuerzos foráneos, Itxako se lanzó a por la Champions League, y el momento cumbre se produjo tras clasificarse para la final de la edición 2011-12, ante el Larvik. El 23-21 en Noruega alimentaba al máximo las expectativas del club de Lizarra, que tuvo que disputar la vuelta en el Pabellón Anaitasuna, donde acarició el título (25-24 en la vuelta, 47-46 total).
La campaña siguiente el objetivo era similar, pero el equipo no pudo llegar tan lejos y los problemas económicos cobraron protagonismo. Itxako volvió a ganar los tres títulos domésticos, pero el proyecto volaba en mil pedazos.
La última temporada, un esperpento por momentos, acabó con la salvación in extremis, pero un divorcio total entre club y afición, y entre la plantilla y la directiva. Con todos los puentes económicos rotos, Itxako está al borde de la desaparición. Tras 444 partidos en la elite, 12.112 goles y 11 títulos, su ciclo está a punto de expirar.
J.C.E.