La que avisa no es traidora. Ya os llegará también a vosotros vuestro San Martín. Igual antes de lo que pensáis, los próximos sanfermines. Porque hay una cosa que sabe todo el mundo: allá por el mes de abril llega la auténtica resaca sanferminera. Lógico. Entre esos vermús que os ponen tan cariñosos, entre tanto achuchón en las calles abarrotadas y entre las noches de rico-rico-sabrosón de este año, que esto parecía el Caribe auténtico, en 2014 seguro que vamos a tener baby boom. Entonces alguno y alguna se van a pegar un susto que ni los Miura. Y entonces sí que me voy a reír yo.

Sobre todo de los caravinagres que se pasan todas las fiestas quejándose de que hay demasiadas silletas en el Casco Viejo: ¿qué pasa, que por esperar un minuto más se os va a cortar el ritmo del poteo? Y de ti, mameluco, que pusiste cara de asco cuando al txikitxo le dio por echar la croqueta en el momento en que tenías un ardor de estómago del demonio: ¿qué culpa tiene una de que le toquen las fiestas en plena fase de inicio del control de esfínteres? Y también de ti, que ni te reíste cuando te pegó con la verga del zaldiko; pero si son criaturas encantadoras...

Pero ya os llegará, ya, que no os libráis. Y os lo vais a pasar de muerte cuando se empeñe en ir a las barracas con 40 grados a la sombra y no pase una sola villavesa en la que quepa un cochecito. Qué alegría os va a entrar cuando hayáis quedado para almorzar y no se os despierte. También cuando se empeñe en ir debajo del gigante y os taladre los oídos el pitido de las gaitas. Y cuando tengáis la mala idea de sacarle una taza de chocolate y la ropa blanca total pase a ser marrón total, la madre que lo parió. Y cuando a las cinco de la madrugada le dé por imitar los fuegos artificiales, ni te cuento.

Las chicas sabemos de que hablamos y no vosotros, calzonazos. Yo que vosotros, en vez del Pobre de Mí este año le cantaría al santo aquello de los romanos en el circo: «Ave Fermin, morituri te salutant». Ya se os ha acabado el chollo para unos cuantos años. Ahora vais a ver lo que es bueno. San Fermín no, San Martín.