La Liga Asobal sorteará mañana su calendario de competición para la próxima temporada, aunque todavía queda por confirmar el 16ª club que completará la categoría. La desaparición del Atlético de Madrid, el último shock que ha sacudido a la elite del balonmano, dejaba una plaza libre que se ofreció hace siete días a uno de los clubes descendidos, el Academia Octavio (15º), aunque a condición de que el club vigués saldara sus deudas.

Si no lo hace para hoy, cabría la posibilidad de que la oferta le llegara al Bidasoa (el ARS Palma del Río, último de la pasada Liga, parece ya descartado), que perdió la final de la fase de ascenso ante el Puente Genil, y que debería valorar pros y contras antes de aceptar la oferta en un corto espacio de tiempo.

Mientras tanto, si la pasada temporada hubo ya una fuga importante de jugadores hacia otras Ligas más solventes en el plano económico, este año se ha acrecentado, sobre todo con el descalabro atlético. Y media docena de jugadores vascos se han sumado al grupo, como el irundarra Julen Aginagalde, que ha firmado por cinco temporadas por el Kielce polaco que entrena Wenta; el zarauztarra Mikel Agirrezabalaga, que jugará en el Dinamo de Minsk bielorruso (su hermano Alberto, que se fue el año pasado a Eslovenia, ha firmado por el Csurgoi húngaro); el doneztebarra Niko Mindegia también se va a Hungría (Pick Szeged); y el iruñarra Josu Goñi (Aix-en-Provence) y el pivote de Urretxu Iker Serrano (Mulhouse) lo hacen a la Liga francesa.

Otros jugadores importantes que se van a otras Ligas son Joan Cañellas (que ha adelantado su marcha al campeón de la Champions, el Hamburgo, con quien ya tenía un contrato firmado a partir de la temporada 2014-15), el lateral Montoro y el portero Pérez Vargas (ambos cedidos por el Barcelona al Toulouse francés), García Parrondo (Pick Szeged), Edu Fernández (Niza), Carlos Ruesga (Veszprem), Juanjo Fernández (Nimes)... así como varios jugadores extranjeros.

La novedad esta vez es que varios entrenadores también han arrojado la toalla para irse en busca de mejores condiciones de trabajo, como Manolo Cadenas (Wisla Plock), Juan Carlos Pastor (Pick Szeged), Magi Serra (Györ)... y falta por saber el destino de Duishebaev y su hijo Alex, al que había fichado por el Atlético antes de desaparecer.