Los ministros de Defensa y Exteriores de EEUU y Rusia se reúnen hoy en el peor momento de las relaciones
GARA | WASHINGTON
Los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa de Rusia, Serguei Lavrov y Serguei Shoigu, mantendrán hoy una ronda de consultas en Washington con sus homólogos de EEUU, que coincide con el peor momento de las relaciones entre ambos países en los últimos años.
La cita, en formato 2+2, con los secretarios de Estado, John Kerry, y Defensa, Chuck Hagel, se produce apenas dos días después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, cancelara una cumbre bilateral con su par ruso, Vladimir Putin, prevista en Moscú para los días 3 y 4 de setiembre.
El jefe de la Casa Blanca argumentó el desplante en la «falta de progresos» en la agenda bilateral, aunque Washington admitió que la reciente concesión de asilo en Rusia al exespía de la CIA Edward Snowden, reclamado por la Justicia de EEUU, influyó en la decisión de Obama.
«Los representantes rusos están dispuestos a seguir trabajando en el futuro con sus socios estadounidenses sobre todas las cuestiones clave de la agenda bilateral y multilateral», declaró Yuri Ushakov, consejero de Putin, tras manifestar la decepción del Kremlin por la cancelación de la cumbre. Ushakov dijo que la decisión de Obama de no acudir a Moscú muestra que Washington «sigue sin estar preparado para construir una relación en pie de igualdad».
En la reunión de hoy, los ministros rusos tienen previsto abordar con sus homólogos estadounidenses un amplio espectro de asuntos relativos a la estabilidad estratégica y la seguridad internacional.
Según adelantó la Cancillería rusa, se concederá especial atención a la problemática de la defensa antimisiles, a la interacción en el control de armamentos, a la seguridad de las actividades espaciales y a la no proliferación de las armas de destrucción masiva.
Asuntos todos ellos en los que, al igual que en conflictos internacionales como la guerra de Siria, las posturas de Washington y Moscú son extremadamente divergentes.
EEUU mantiene que el apoyo de Rusia al Gobierno de Bashar al Assad no responde a los intereses del pueblo sirio, mientras Moscú insiste en que el presidente sirio no es su aliado, pero se muestra terminantemente en contra de la injerencia exterior para su derrocamiento.
Tampoco coinciden en cuanto a las sanciones impuestas Irán, ni sobre la propuesta de desarme de Obama o el escudo antimisiles que EEUU pretende instalar en suelo europeo.