Pello Urizar protagonizó la rentrée de Eusko Alkartasuna a la actividad política habitual, tras el parón estival, con un discurso ante militantes y simpatizantes de su partido en el Palacio Miramar, en Donostia. El secretario general de EA mencionó sus vacaciones y comentó que ha aprovechado para leer un libro sobre la Gamazada, de la cual se cumple este año el 120 aniversario, y trasladar esta conclusión: «Da igual en qué siglo vivamos, sea el XVI, el XIX, el XX o el XXI, que el objetivo del Estado español va a ser siempre el mismo, la unión y uniformidad de la nación española, aun cuando para ello haya que negar la existencia de otras naciones, imponiéndose por las vías que sean necesarias».

Subrayó que el que ahora comienza «no será un curso cualquiera» y aseguró que el que ya ha concluido será «el último del inmovilismo», puesto que «el Estado español estará obligado a escuchar las reivindicaciones de la sociedad de Catalunya y de la de Euskal Herria».

«Desde Eusko Alkartasuna lo decimos directa y claramente: este año los abertzales tenemos un reto y es que el curso que ahora comienza sea decisivo en cuanto al derecho a decidir», enfatizó. No obstante, asumió que «los pasos adelante no van a llegar solo porque tengamos derecho a decidir nuestro futuro» o porque «lo democrático sea respetar la decisión de la sociedad vasca». «Euskal Herria no es Escocia o Quebec. O mejor dicho -puntualizó-, el Reino Unido y Canadá no tienen los déficits democráticos que el Estado español tiene en este sentido».

Llegado a este punto, Urizar apeló al esfuerzo en común: «La sociedad vasca va a tener que trabajar duro para que cada avance sea una realidad, como se está haciendo en Catalunya: con trabajo serio desde la base de la sociedad, buscando acuerdos mínimos entre todos los partidarios del derecho a decidir». Una labor que, según señaló, se tiene que desarrollar en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales, «jugando cada uno su papel».

Insistió en que Catalunya ya está preparando el referéndum para setiembre de 2014, por lo que tiene que organizarlo durante este curso, lo que también «obligará al Estado a moverse». Y apeló a «aprender» de los «pasos muy importantes» que se darán en Catalunya en los próximos meses.

Una vía fracasada

También abordó Urizar un tema más cercano, en el tiempo y el espacio, que podría tener relación con el derecho a decidir: el debate que, según ha anunciado el PNV este verano, se abrirá pronto en el Parlamento autonómico sobre lo que el Gobierno de Iñigo Urkullu denomina «nuevo estatus» para la CAV.

«Esperemos que sea una propuesta acorde con la representación elegida por la sociedad en la Cámara de Gasteiz, esperemos que sea una propuesta que recoja los vientos soberanistas procedentes de Catalunya», manifestó, antes de destacar que «toda propuesta de encaje dentro del Estado español está abocada al fracaso». Un destino que EA considera inapelable, «no tanto por la voluntad de la sociedad vasca», sino por la actitud del Estado español, donde «da igual qué partido ostente la responsabilidad de gobierno», porque «nunca ha habido, hay, ni habrá voluntad de reconocer que Euskal Herria tiene derecho alguno, más allá del que puedan tener cada uno de sus territorios como simples provincias españolas».

Concluyó Urizar reiterando que «el nuevo curso será decisivo», admitiendo que «el camino será difícil» y pidiendo a quienes le escuchaban «que seáis optimistas». Entre otros destacados militantes de EA, en el Miramar se dieron cita Carlos Garaikotxea, Lohitzune Txarola, Ikerne Badiola, Maiorga Ramírez y Rafa Larreina.