Zúrich decidió ayer los ganadores en 17 pruebas del circuito de la Diamond League, en la penúltima y decimotercera reunión, a cada uno de los cuales le ha correspondido un diamante y un premio en metálico de 40.000 dólares. Entre ellos no figura Usain Bolt, que no necesita ceñirse a las normas de la competición ni por motivos económicos, ni laborales, aunque corrió.

El sprinter jamaicano acudió a la Weltklasse casi de vacaciones, pero aún así impuso su calidad. Ante 25.000 espectadores, un público entendido que llenó el estadio Letzigrund en una tarde con 22º, Bolt estrenó su recién recuperado título corriendo un 100 metros muy igualado en 9.90 -con viento contrario de -0,3 m/s)- superando a su compatriota Nickel Ashmeade (9.94) y al estadounidense Justin Gatlin, que firmó 9.96.

Al seis veces campeón olímpico y ocho mundial le costó remontar. Tardó 186 milésimas en abandonar los tacos, por los 123 de Ashmeade y los 170 de Gatlin. Hasta los 85 metros no se situó en cabeza espoleado por sus adversarios. Por sus actuaciones en la Diamond League, Gatlin se llevó el diamante en el hectómetro y el Relámpago, como siempre, los aplausos, las fotos y todas las peticiones de autógrafos. Su homóloga Shelly-Ann Fraser-Pryce sí subió al primero podio de la Liga. Como Bolt, se ha llevado los tres oros de la velocidad en Moscú y ayer lo completó con el pedrusco por el que pujaba en el 200 (22.40) con la marfileña Murielle Ahouré. La pequeña jamaicana completa una enorme temporada. Si en 2012 dejó algo para las demás, en la resaca postolímpica se ha mostrado incontestable.

Solo en el relevo 4x100 del postre quedó por detrás. El cuarteto estadounidense, sin las primeras espadas, firmó la quinta marca de todos los tiempos, unos 41.67 que son récord de la competición y con los que desbancaron a las jamaicanas que últimamente les quitan todo.

Meseret Defar obtuvo el diamante y la satisfacción de superar en el 5.000 a su compatriota Tirunesh Dibaba, quien llegó acompañada de su hermana Genzebe. Hubo paz hasta los 4 kilómetros, después comenzó la guerra. En la última vuelta las Dibaba decidieron irse pero se llevaron a Defar por detrás. Cuando la menor pinchó, Tirunesh siguió para adelante con Defar pegada a su espalda. Allí supo que había perdido.

A 200 metros de la meta, la doble campeona olímpica y campeona mundial de esta distancia metió el cambio que le quedaba para dejar plantada a la campeona de 10.000 y triple campeona olímpica a la que con sus 14:32.83 remató por un segundo. Los duelos entre Defar y Tirunesh han traído cola, tanto que su federación no lo permitió en el Mundial. Se contabilizan como si fueran partidos de tenis. Defar domina por 15-11.

Los otros ganadores

También se llevaron el diamante Merritt, que otra vez pudo con Kirami James en el 400 y Zuzana Hejnova (400 m vallas), cuya regularidad es elogiable. Imbatida esta temporada ha ganado la docena de carreras en las que ha participado, incluido el Mundial. Muy superior a las demás, ayer firmó 53.32. Kipruto (3.000 metros obstaculos), Ayanleh Souleiman (1.500), la keniata Eunice Sum (800) o David Oliver en 110 vallas.

Menkov (longitud) fue oro mundial hace dos semanas por 8,56, aunque ayer solo pudo ser sexto ( 7,94). En la femenina el premio fue para Proctor y el de pértiga para Spiegelburg, curiosamente ninguna de las dos estaba entre las favoritas. Sí lo estaban las lanzadoras Christina Obergfoll (jabalina) y Valerie Adams (peso), esta última junto a su homólogo masculino Ryan Whiting, que ganaron la víspera en un concurso organizado en una estación de tren. Completó los 17 el discóbolo Ryan Whiting.