Son muchos los estudios que advierten de la necesidad de aplicar medidas pedagógicas que resuelvan el creciente número de casos de violencia de género entre los adolescentes.

La Jennifer Ann Crecente Memorial Group es una fundación creada por Drew Crecente, su hija murió a manos de su compañero sentimental, que nació con la intención de concienciar a la sociedad de este grave problema que se extiende entre los adolescentes y que en muchas ocasiones no cuenta con la atención que debería requerir.

En palabras de esta asociación, la incapacidad que demuestran muchos adolescentes para compartir una relación, señala un manifiesto desconocimiento acerca de las aptitudes que deben mantener en sus primeras relaciones. Todo ello adquiere una dimensión casi explosiva si tenemos en cuenta la falta de comunicación que se establece entre jóvenes y adultos.

Jennifer Ann Crecente Memorial Group tiene un objetivo claro, encontrar y desarrollar nuevos modelos comunicativos que susciten el interés de los adolescentes y que les descubra que no es factible una relación cimentada en el maltrato sicológico y físico. Fruto de esta intención es la muy interesante iniciativa Life.Love.Game.Design, un concurso de videojuegos muy original y saludado por los expertos cuyo objetivo es mostrar a través de una herramienta muy habitual entre los más jóvenes, todo lo que conlleva una relación cimentada en el desprecio hacia la otra persona.

En esta su sexta edición, los desarrolladores que han participado en Life.Love.Game.Design han apostado por videojuegos diseñados a partir de historias interactivas que permiten al jugador seguir una serie de pistas que nos indican cómo actuar si sospechamos que un amigo tiene un problema. Una de las propuestas más aplaudidas de esta edición ha sido «¿Qué clase de monstruo es tu novio?», un juego de origen argentino que no elude el humor a la hora de plantear una serie de preguntas que permiten a las jugadoras describir la personalidad de sus compañeros y hacerse una idea acerca de lo que se oculta detrás de su sonrisa o apariencia afable.