El portavoz del Gobierno de Gasteiz, Josu Erkoreka, afirmó ayer que espera que «en pocos días» se cierre el acuerdo que negocian el PNV y el PSE sobre fiscalidad, política económica y empleo.

En una entrevista en Radio Euskadi, Erkoreka manifestó que los dos partidos se están «cruzando los últimos documentos» tras un verano en el que «se ha avanzado en el acuerdo».

El portavoz del Ejecutivo autonómico comentó que el pacto con el PSE contempla un aumento de la presión fiscal, «poner en valor» la competencia del Parlamento para armonizar la fiscalidad «sin merma» de las competencias de las Juntas Generales, y los «elementos sustanciales» del próximo presupuesto del Gobierno de Iñigo Urkullu, «como son la política económica, el empleo y las políticas sociales».

Erkoreka expresó su confianza en poder extender el acuerdo PNV-PSE a otros partidos, en referencia a PP o Bildu, ya que sin ellos no se podrían aprobar los cambios fiscales en las tres Juntas, dado que estas dos formaciones solo alcanzan la mayoría absoluta en Bizkaia.

También se mostró «relativamente optimista» sobre la marcha de la economía. «No estamos bien, pero vamos a estar mejor», dijo al referirse al próximo año.

Críticas de Sémper desde el PP

En relación a este tema, el portavoz parlamentario y presidente del PP en Gipuzkoa, Borja Sémper, advirtió de que un acuerdo fiscal «cocinado» únicamente entre el PNV y el PSE tendrá «difícil aplicación» y rechazó que se plantee un incremento de la presión fiscal porque «va en la línea contraria de lo que se empieza a hacer» en el resto del Estado.

Sémper afirmó que el problema es que se está ante «una operación de imagen» que «pretende beneficiar» al PNV y al PSE y no se está pensando «en un acuerdo político a largo plazo» que es lo que, a su juicio, se precisa en estos momentos. El dirigente conservador cree que va a ser, en todo caso, un acuerdo fiscal de «difícil aplicación» porque se ha cocinado, «de una manera unilateral» entre el PNV y el PSE, «sin contar con nadie más y, lo que es más grave, sin contar con las diputaciones, que son las que tienen las competencias en esta materia».

«Este hipótetico pacto al que lleguen ¿cómo se aplica en Gipuzkoa y en Alava?, donde PNV y PSE no suman mayorías suficientes; por lo tanto, suena muy raro y suena a operación de imagen porque lo que no puede ser esto es un trágala», añadió. En este sentido, insistió en que no se puede pretender que «algo que han cocinado sin contar con nadie, en este caso, con el PP», sea «asumido tal cual».

Sin embargo, al final de su intervención, el dirigente del PP guipuzcoano restó importancia a la posibilidad de acuerdo de esos dos partidos e hizo hincapié en que «estamos en un momento en el que empieza a haber «tímidos» signos de recuperación macroeconómica y añadió que «la realidad económica de Euskadi es muy parecida al conjunto de España, pero con sus singularidades».