Las autoridades británicas han retenido en el último año a 56.257 personas personas en puertos y aeropuertos en virtud de la ley «antiterrorista», la normativa de 2000 que permite retener a una persona hasta nueve horas sin que exista necesariamente una «sospecha razonable» y que fue esgrimida para interceptar en a la pareja de un periodista de «The Guardian» implicado en las filtraciones sobre los programas de espionaje de EEUU.

Del total de personas interceptadas, 249 fueron detenidas, un 21 % más que durante el año anterior. Un total de 105 terminaron imputadas por algún delito, más del doble que en el ejercicio previo (43), según informó el diario «The Guardian». Entre los imputados hay 37 personas sospechosas de «terrorismo».