Las circunstancias mandan y Javi Gracia ya anunció en su presentación que iba a amoldarse a las características de los futbolistas que tiene en el vestuario y que, del mismo modo, haría lo propio en función de los rivales. Dicho y hecho, todo apunta a que el dibujo rojillo podría variar para rendir visita mañana a un Vicente Calderón que se ha convertido en los últimos tiempos en territorio inexpugnable.

Por lo poco que se pudo ver en el entrenamiento que dirigió ayer por la mañana en las instalaciones de Tajonar, una de sus posibles intenciones es articular un trivote para contrarrestar el poderío casero colchonero. Estaría integrado por los mismos hombres que lo conformaron en el último tramo del envite frente al Elche, después de que Roberto Torres tuviese que ser reemplazado al romperle la cara de un codazo Botía.

La lesión del de Arre y el insultante poderío que están mostrando los de Simeone en este inicio liguero parecen razones suficientes a juicio del míster rojillo como para reforzar la medular con la acumulación de hombres. Raoul Loé y Puñal comprondrían el lado más retrasado de ese triángulo, cuyo vértice más avanzado estaría ocupado por Gato Silva.

La nueva disposición táctica vendría acompañada también de un cambio en el estilo de juego del equipo. Gracia siempre ha defendido que su primera premisa es salir con el esférico controlado y jugado, una filosofía que no siempre es posible, en función de las armas que ponga en liza el adversario. En este caso, todo apunta a que el juego directo va a ser una de las opciones con mayor peso para el encuentro de mañana.

De hecho, fue una de las tareas en las que se puso empeño en la sesión matinal, con recuperaciones de balón y envíos largos al delantero en la que se insistirá, a buen seguro, en la sesión a puerta cerrada de hoy a las 10.00 en El Sadar. Un fútbol directo que evitaría pérdidas en zonas críticas y aprovecharse de las características de un gran futbolista en el juego de espaldas, como es Oriol Riera.

Loé, sorprendido por ser titular

Uno de los posibles componentes de ese trivote, Raoul Loé, admitió su asombro por saltar de inicio frente al Elche. «Me sorprendió un poco el que jugase porque cuando llega un entrenador nuevo, no sabes. Hicimos un partido correcto para conseguir los tres puntos, pues uno de los principios futbolísticos es que si defiendes bien, tienes más posibilidades de ganar», aseguró el futbolista parisino.

Fiel al trabajo que se le encomienda, el internacional camerunés se dedicó a barrer en el centro del campo ante el conjunto ilicitano y aguantando con una amarilla gran parte de la segunda parte, cuando parecía que podía comprometerse su estancia en el campo ante cualquier contingencia y pudiese ver la segunda amonestación. Incluso se atrevió a arriesgar algo más mirando hacia adelante tras el 2-0, a diferencia de los minutos anteriores, en los que estuvo más conservador.

Precisamente el manejo de la pelota es una de las tareas pendientes en las que aún el equipo no ha asimilado los conceptos que pretende el técnico. «Todavía no aplicamos todo lo que quiere el míster, sobre todo en la salida de balón, pero con tiempo creo que podremos hacer lo que nos pide», admitió. Las diferencias son sensibles respecto a la anterior etapa: «Ya no apretamos tanto como con Mendilibar, contra el Elche estuvimos más replegados, colocados y a esperar más abajo», reconoció el centrocampista.

Superado el trance de obtener la primera victoria, ahora toca una más que complicada salida. «El Atlético tiene un grupo total y ahora mismo es uno de los diez mejores equipos de Europa. No es que no pase nada por perder, pero en teoría son mejores. Iremos a ganar el partido, pero si se pierde, hay maneras de hacerlo. Dar una buena imagen siempre está bien», indicó el pivote rojillo.