El delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, amenaza con abrir su enésima ofensiva contra instituciones y organizaciones vascas. En este caso ha puesto en su punto de mira a la Diputación de Gipuzkoa por conceder una de sus placas de oro de 2013 a los extrabajadores del diario ``Egin'', clausurado por la Audiencia Nacional española y las FSE en 1998.

Urquijo ha hecho llegar un requerimiento a la Diputación que dirige Bildu con el siguiente texto: «Con fecha 26 de setiembre de 2013, se ha tenido conocimiento de que esa Diputación Foral ha adoptado el acuerdo de conceder una placa de oro al diario EGIN. Por considerar que ese acuerdo pudiera contravenir lo previsto en la Ley 29/2011, de 22 de setiembre, de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo, le requiero para que, en el plazo de 20 días hábiles, remita copia del citado acuerdo y de la documentación complementaria sobre el mismo».

En realidad, el acuerdo no se aprobó en setiembre, sino en junio, cuando ya tuvo amplia repercusión en los medios vascos sin que la Delegación del Gobierno español ni ningún juzgado adoptaran medida alguna.

Por tanto, Urquijo ha esperado al acto de entrega para actuar. En el mismo, fue el diputado general, Martin Garitano, quien entregó los galardones, entre ellos el dedicado a los extrabajadores de ``Egin'' y Egin Irratia por su aportación profesional al país.

Otra placa de oro recayó en los extrabajadores de ``Egunkaria'', también cerrado por el Estado español, en 2003. Este caso quedó absuelto tras un largo proceso, de modo que Urquijo no lo cita en su requerimiento.

El mayor premio, la Medalla de Oro de Gipuzkoa, fue entregada al artista Néstor Basterretxea. El acto se celebró en la Diputación de Gipuzkoa el 26 de setiembre, sin ningún tipo de problema ni impedimento.

Este tipo de actuaciones se han convertido en una constante por parte del delegado español. Una de las más relevantes y recientes ha sido la decisión de llevar a la Audiencia Nacional al alcalde de Gernika, José María Gorroño, por conceder el Premio Gernika a Arnaldo Otegi, líder independentista preso.