PLENO DE POLÍTICA GENERAL EN NAFARROA
El Parlamento dice a UPN que ya solo queda por tratar el adelanto electoral
Bildu, PSN y Geroa Bai se pusieron ayer de acuerdo para retirar sus propuestas salvo la petición de elecciones y o participar en las votaciones que trataran sobre asuntos ajenos a ese adelanto. Por su parte, Aralar e I-E se sumaron al boicot, aunque solo se abstuvieron de votar las iniciativas presentadas por UPN y PP.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
Ya no queda otra discusión que la de poner una fecha para las elecciones. Este es el mensaje claro que se reflejó en la segunda jornada del debate sobre el «estado de la comunidad» en Nafarroa. Bildu, PSN y Geroa Bai decidieron no tomar parte en ninguna votación que no fuera para pedir elecciones «de forma inmediata» y retiraron todas sus propuestas salvo esa. Al final, fueron cinco resoluciones distintas las que solicitaban que Barcina llamara a las urnas (impulsadas por Bildu, Aralar, Geroa Bai, I-E y el PSN, respectivamente) y todas se aprobaron con los votos de los cinco grupos.
El boicot de Bildu, PSN y Geroa Bai a participar en las demás votaciones permitió a UPN y PP aprobar sus resoluciones. De hecho, estos dos partidos fueron los únicos que actuaron con «normalidad» en el debate, apoyándose sin matices entre ambos y votando en contra de las exigencias de adelanto electoral que presentaron el resto.
Aralar e Izquierda-Ezkerra se negaron a votar las resoluciones impulsadas por los dos partidos de derechas, aunque además de las propuestas para el adelanto electoral presentaron otras cuatro iniciativas cada uno y se votaron entre sí. Las iniciativas de ambos grupos recibieron el respaldo discursivo de Bildu, PSN y Geroa Bai, aunque luego no apretaran el botón para fijar postura. A consecuencia de ello, las iniciativas que no afectaban a las elecciones nacieron muertas. Tanto I-E como Aralar explicaron que mantenían sus propuestas para visibilizar que el cambio no es solo un juego de mayorías, sino que está lleno de contenidos.
El debate sobre política general llegaba caduco. Las posiciones políticas hace tiempo que están ya en los extremos, con más de 27 parlamentarios exigiendo, pleno tras pleno, que la presidenta del Gobierno tiene que dimitir y llamar a las urnas. Yolanda Barcina dedicó dos días sin éxito a intentar recuperar su alianza histórica con el PSN, pero al final se vio que es tiempo ya para pactos distintos. Roberto Jiménez y los suyos demostraron ser capaces de llegar a un acuerdo para boicotear las votaciones de la mano de Geroa Bai, pero también acordando con los parlamentarios de Bildu.
«Boicotear es el camino equivocado», aseguró el portavoz de UPN. Carlos García Adanero insistió en que existen «instrumentos democráticos para cambiar los gobiernos», apelando a la moción de censura que el PSN se resiste a presentar. Según Adanero, para tirar a Barcina «hacen falta acuerdos y se ve que es imposible conseguirlos».
UPN está convencido en que lo importante es mantenerse, por insano que se vuelva el debate parlamentario. Pero esta situación de «tablas» -con un Gobierno incapaz de legislar y una oposición sin capacidad de derrocar a Barcina por las dudas del PSN- pasa factura a las instituciones y bloquea la salida.
Bakartxo Ruiz, de Bildu, explicó su boicot al debate preguntándose «qué esperanza» le puede quedar a la oposición cunado «a UPN le da igual lo que aprobemos y se salta a la torera cualquier cosa que sacamos adelante en el Parlamento». Por ello, exigió a la presidenta que lo deje «porque el tiempo va en contra de la sociedad y usted es la principal causante de ello».
Juan José Lizarbe (PSN) continuó con el brindis al sol de pedir elecciones sabiendo que en su mano está forzarlas. «Es una presidenta con votos robados», le espetó a Barcina. A este portavoz se le escapó el motivo por el que siguen negándose a la moción de censura. «Nosotros pensamos que una moción de censura no es para convocar unas elecciones, sino para formar gobierno», aseguró Lizarbe. Es decir, solo la ejercitarán para quedarse ellos gobernando, algo por lo que no pasan ni EH Bildu ni Izquierda-Ezkerra.
La portavoz del PP aseguró que el enconado pleno de ayer le genera «tristeza» y atacó al PSN por ponerse de acuerdo con Bildu para boicotear la simbólica cita.
Txentxo Jiménez (Aralar) aseguró que UPN «se niega admitur su propia realidad y no tiene futuro». Por su parte, Marisa de Simón (I-E) dijo que «la ciudadanía debe elegir de nuevo«
En el plano discursivo, este pleno de política general constituye la gran cita del inicio de curso. Sin embargo, ahora llegarán las votaciones que, en la práctica. son las que de verdad cuentan: la aprobación de los presupuestos y de la política fiscal. El viraje del PSN de los últimos meses en busca del encuentro con Geroa Bai aumenta la soledad de UPN, pero habrá que esperar a que se pronuncie sobre las cuentas y la fiscalidad (y visto está que con unos presupuestos prorrogados Barcina es capaz de aguantar) para ver hasta qué punto el golpe de timón es sincero.
Se aprobaron por mayoría absoluta las cinco propuestas relativas a la convocatoria de elecciones. Las ocho que presentaron por su cuenta I-E y Aralar se perdieron nueve a 23. Y las diez de UPN y PP salieron adelante porque nadie más apretó el botón.
El pleno no clarificó prácticamente nada y siguen las tablas. Aunque algunos partidos mencionaron la posibilidad de la cuestión de confianza, someterse a ella es potestad de la presidenta. La única forma de forzar las elecciones desde fuera es la moción de censura.
Entre las mociones de I-E había una exigiendo el cumplimiento de la sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina 197/2006 y en favor de los derechos de los presos. Dado el boicot de Bildu, PSN y Geroa Bai a todo el debate, esta vez no prosperó.
UPyD convocó ayer a los medios para anunciar oficialmente que presentará un recurso al archivo de las investigaciones en Nafarroa por el «caso CAN». El líder de esta formación y letrado que lleva la acusación por el escándalo de la caja, Diego Paños, aseguró que «el Tribunal Supremo ha roto el Código Penal». Paños considera que la prevaricación por falta de inspecciones debe seguir investigándose y afirma también que el informe de la Guardia Civil del que se desprende que las actas de las reuniones juzgados se elaboraron justo antes del juicio es suficiente como para seguir investigando. De hecho, duda que la Permanente se llegara a reunir.
A.I.
Mientras el debate político se enquistaba en el Parlamento, una concentración en el Paseo Sarasate exigía que se empiecen a tomar medidas contra la política de austeridad y recortes que está impulsando en solitario UPN. El llamamiento había surgido de la mayoría sindical vasca (LAB, ELA, ESK, STEE-EILAS, CGT y CNT), así como de varios agentes sociales.
A los trabajadores del sector público se sumaron también numerosos parados y pensionistas, bajo una pancarta pidiendo un plante a los recortes y llamando a la oposición para que se organice y apee del poder a quienes están acabando con el estado del bienestar. Los representantes sindicales reclamaron la dimisión de Yolanda Barcina y de su gobierno en minoría por «corrupto y antisocial». Frente a ello, presentaron las bases de una propuesta nacida desde la alternativa popular, la denominada Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria. La protesta se convirtió en manifestación cuando los presentes se dirigieron a la cercana iglesia de San Lorenzo a demostrar su solidaridad a los trabajadores de Faurecia allí encerrados, luchando por sus puestos de trabajo.
El primer día de debate también hubo una protesta, pese a que la delegada del Gobierno negó el permiso a una concentración. La protagonizaron miembros de Kontuz que acudieron a la entrada del parlamento a repartir el documental «El gran golpe», donde se relatan los desmanes de la CAN. Sergio Sayas, de la Ejecutiva de UPN, recogió el disco y luego lo tiró a la papelera. A.I.
