GARA > Idatzia > Kultura

Josu MONTERO Escritor y crítico

Heaney

Ulster era británico, mas sin derecho alguno/ a la lírica inglesa;/ y todo a nuestro alrededor,/ aunque no lo hayamos dado nombre, el ministerio del miedo». Nacido en 1939 en la aldea de Mossbawn, condado de Derry, Seamus Heaney murió el pasado 30 de agosto. De familia católica, vivió entre el ámbito rural y campesino del padre y las raíces industriales y proletarias de su madre. Toda su obra fue un pulso entre lo lírico y lo cívico. Uno de sus primeros poemas, tras recordar «el claro raspar» de la pala de su padre inclinado en la hilera de patatas y la pala de su abuelo ahondando a la busca de la turba buena, termina: «Entre el índice y el pulgar/ descansa la gruesa pluma./ Cavaré con ella». En poemarios de título clarificador: «Muerte de un naturalista», «Invernar», «Norte», «Trabajo de campo», «La isla de las penitencias» o «La linterna de espino», Heaney consigue que las palabras con las que cava hagan aflorar las vetas de una realidad compleja pero diáfana, trágica pero portentosa. Y eso le conduce a la intemperie: «Un exiliado interior más bien,/ un soldado huido de la matanza,/ camuflado con el color del tronco/ y la corteza de un árbol, expuesto/ a todo viento que sopla,/ que se ha perdido mientras avivaba/ el magro calor de estas brasas,/ el portento que se vive una vez». En «Verano de 1969» rememora su estancia en Madrid; mientras -afirma- en las calles del Ulster la policía dispara a la multitud, él contempla en el Prado «ese lugar de duelo» que son los cuadros de Goya. Heaney sabe que si la poesía no construye el mundo en que vivimos, sí el modo en que lo habitamos. «Escribir supone olvidarse de uno mismo. Pero también estar muy presente. Sospecho que no hay remedio para eso. La poesía es una mezcla de accidente, gracia y trampas. Hay que trampear para buscar la inocencia; si no, solo te dedicas a ser tú mismo».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo