Maite Soroa | msoroa@gara.net
Prolongar la injusticia
Las reacciones ante la liberación de una persona a la que han mantenido ilegalmente en prisión durante seis años inundaban ayer la prensa cavernaria. Editorialistas y columnistas competían por decir la mayor barbaridad, y «olvidaban» que a quien se han vulnerado los derechos es a Inés del Río y a decenas de personas más en situación parecida.
Una foto en la que la expresa tafallesa sonreía tras introducirse en el coche con sus allegados, según el editorial de «El Mundo», «es una afrenta para las víctimas de sus crímenes». Resulta poco creíble que no sepan que la expresa tafallesa es poseedora de los mismos derechos que Pedro J., y que puede reír, llorar o lo que su estado de ánimo le pida, sin estar pendiente de las espurias interpretaciones de «El Mundo», que apostaba por seguir haciendo trampas: «Ya que no parece posible jurídicamente impedir este goteo de excarcelaciones, sería deseable que los tribunales aplicaran la sentencia de la manera que resulte menos favorable para los etarras, retrasando su salida de prisión», es decir, prolongar la injusticia lo máximo posible.
También a «Libertaddigital» le parecía precipitado el cumplimiento de la sentencia de Estrasburgo, y señalaba al juez español del tribunal: «Esta inaudita rapidez en la ejecución de la sentencia, que la ley, ciertamente, permite pero en modo alguno fuerza, contrasta con la desidia del Gobierno a la hora de impedirla. Y es que (...) Madrid no movió un dedo para que los magistrados de Estrasburgo recusaran como miembro de dicho tribunal a un magistrado tan contaminado para enjuiciar la causa como López Guerra». Ocurre, sin embargo, que para que el fallo hubiera sido favorable al Estado español, habrían tenido que recusar a bastantes más magistrados y además que sus sustitutos hubieran votado a favor del recurso.
En «La Razón», Alfonso Ussía relataba la comparecencia que no hizo Mariano Rajoy, y que a Ussía le habría gustado, el día en que se conoció la sentencia de Estrasburgo. Terminaba afirmando que «una asesina terrorífica ha vuelto, gracias a la ETA, Europa Ta Askatasuna, a asesinar a todas las víctimas del terrorismo». Ya saben, una simple opinión.
Y la web de la «La Gaceta» titulaba alertaba de que la presa vasca Joxepa Ernaga «podría salir a la calle tres años antes de lo previsto». De lo previsto por quienes pretendían completar el despropósito, y bastantes años después de lo que por ley le correspondía.