«Todas las fuerzas políticas reconocían que HB era un interlocutor importante y diferenciado respecto a ETA». Con estas palabras resumió ayer Floren Aoiz los contactos políticos mantenidos por la formación abertzale en el momento en el que él formaba parte de su Mesa Nacional. El exportavoz de HB fue uno de los once independentistas que declararon ayer durante el macrojuicio contra Batasuna que se desarrolla desde hace una semana en la Audiencia Nacional española. La dinámica de los testimonios no varió respecto a otras jornadas: todos respondieron únicamente a sus abogados, relataron su actividad política e institucional (muchos de los que se sentaron frente al juez ejercieron como concejales, parlamentarios o apoderados en JJGG) y negaron ser miembros de ETA o haber seguido sus órdenes. El juicio se retomará el martes con el testimonio de Joseba Permach. Está previsto que ese día concluyan las declaraciones de los acusados.

«Era habitual que hubiese partidos que se reunieran con nosotros por la mañana y lo negasen en el telediario de las tres», afirmó, que hizo hincapié en que las decisiones en HB las tomaban las bases que acudían a las asambleas, contradiciendo la tesis de la Fiscalía, que les acusa de ser «delegados de ETA» que imponían una línea determinada en la coalición. «Para que cualquiera controlara HB no le valdría con la Mesa Nacional. El último marco de decisión eran las bases», sentenció, tras insistir en que «éramos el frente institucional, pero de HB».

Sobre su trayectoria, rememoró que ejerció como portavoz, junto a Jon Idigoras, hasta el encarcelamiento de la Mesa Nacional. Posteriormente, cuando salió de prisión, regresó a esta estructura aunque «de forma secundaria y por poco tiempo».

También declararon, entre otros, Santi Kiroga, Kepa Gordejuela, Antton Morcillo o Juan Kruz Aldasoro. Este recordó que fue inhabilitado por declararse insumiso cuando era alcalde de Etxarri Aranatz. A su vez, indicó que, tras la ilegalización de Batasuna, «no hubo intento de reconstruir nada» ya que los autos judiciales lo impedían. También declaró Santiago Hernando, que señaló que apenas estuvo en la Mesa Nacional entre enero de 1998 y las navidades de 1999, pese a lo cual tiene una petición de diez años.