Hacía mucho tiempo que una escena de sexo en una película no levantaba tanto revuelo. El primer encuentro sexual entre Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux, que en pantalla dura diez minutos, ha sido aplaudido por su valiente realismo. Tal es su naturalismo, que no ha habido un solo comentario que lo haya tachado de pornográfico. Sin embargo, a la actriz debutante Adèle Exarchopoulos y a la más experta Léa Seydow esa famosa escena les costó sudor y lágrimas durante diez días de rodaje, que se dice pronto. Lo que al espectador, dentro de la ficción, le puede parecer espontáneo y bello, a ellas les hizo sentirse humilladas.

La otra secuencia controvertida es la de la pelea, porque Kechiche quería tanto realismo que instigó a Léa Seydoux a que pegara de verdad a su compañera de reparto, y no paró hasta conseguir que le hiciera daño.

Julie Maroh protesta

Julie Maroh dibujó su cómic «Le bleu est une couleur chaude» entre 1985 y 1990, influyendo con su publicación en la manera de tratar la homosexualidad en la novela gráfica. La autoria entiende que Kechice ha desviado el enfoque sexual del original, convirtiendo lo que era una historia de amor lésbico en un retrato de pareja en su sentido más amplio y abierto. Está claro que el cineasta de origen tunecino ha hecho el relato suyo, cambiando el nombre del personaje principal e incluyéndolo en el título.

Kechiche bautizó a la protagonista como Adèle, porque es el nombre de la actriz que lo interpreta y quería que está se implicase del todo en su interpretación.

Léa Seydoux, en el papel de la chica del pelo azul, es la joven que influye en la adolescente Adèle, removiendo sus sentimientos y descubriéndole su propia orientación sexual. Las tres horas de metraje dan para seguir minuciosamente todo el proceso que va desde la gran conmoción inicial hasta la definitiva e inevitable ruptura.