Que internet oculta entre su laberíntico entramado virtual una guerra silente no es nada nuevo pero sí algo que preocupa a la mayoría de los usuarios que se encuentran en este fuego cruzado y que apuestan por la confianza de las grandes corporaciones tecnológicas. Tampoco es menos cierto que el caudal informativo suministrado por el extécnico de la CIA, Edward Snowden, que reveló el masivo caso de espionaje global desarrolla por la NSA, ha provocado que sean los propios gigantes tecnológicos los que se han visto en la obligación de lavar su imagen ante una opinión pública que demanda mayor protección.

Google ha realizado en los últimos meses una serie de declaraciones encaminadas a «tranquilizar» a sus usuarios anunciando diversas medidas. Una de las más ambiciosas fue presentada el pasado lunes en Nueva York y tiene entre sus objetivos proteger de ataques cibernéticos a organizaciones de noticias y grupos de derechos humanos. En palabras de la compañía de Mountain View, esta iniciativa denominada «Proyecto Escudo» forma parte de un nuevo paquete de servicios diseñados para respaldar la «libertad de expresión» en Internet. Por el momento, este software estará disponible como una extensión en los navegadores Chrome, de Google, y Firefox, pero no para el Internet Explorer, el cual pertenece a su eterno rival Microsoft.

Además, la gran G presentó al público un nuevo mapa que revela los ataques cibernéticos que se realizan en todo el mundo en tiempo real.

El escudo virtual diseñado por Google es un software que crea una conexión cifrada entre dos usuarios y que es muy similar a una especie de red privada muy parecida a lo que utilizan los internautas chinos para eludir el «cerco virtual» implantado por su Gobierno.