Las elecciones checas auguran una victoria socialdemócrata y una difícil coalición
GARA | PRAGA
La República Checa abrió ayer sus colegios electorales para unas elecciones legislativas en las que los sondeos dan un victoria a los socialdemócratas del CSSD, aunque no ponen fácil formar una coalición de gobierno estable. Las últimas encuestas antes de la apertura de las urnas daban al CSSD un 26 % de las intenciones de voto, por delante del partido comunista KSCM, con un 18 %, y del nuevo movimiento ANO (16,5 %) del magnate acusado de populismo Andrej Babis.
El futuro gobierno sustituirá al Ejecutivo de «tecnócratas» de Jiri Rusnok, nombrado tras la caída del gobierno de centroderecha de Petr Necas por un escándalo de corrupción y la impopularidad de sus políticas de recortes. El CSSD espera un gobierno en minoría con el apoyo de los comunistas, que excluyen su participación en el Gobierno, pero no es seguro que puedan contar con una mayoría suficiente, mientras una coalición con ANO, crítico con los partidos tradicionales, parece altamente inestable. «Voto al CSSD. Esto no puede continuar así, porque este país está literalmente saqueado. Debe haber un cambio. Aunque llegue el diablo, será mejor», afirmaba al votar Radka Linhartova, una enfermera de 48 años reflejando la frustración por el aumento de la desigualdad social y la pobreza causadas por la recesión de los recortes del gasto público.