El ministro de Justicia de la ANP, Ali Muhana, miembro de la comisión de investigación palestina, reclamó ayer al Estado francés que entregue de inmediato el informe sobre las muestras biológicas tomadas al histórico líder palestino Yaser Arafat, que recibió tratamiento médico en el hospital Percy de París antes de fallecer. Miembros de esta comisión acusaron, además, al Estado francés de destruir pruebas y de no haber actuado con diligencia en su momento.

«¿Por qué los franceses destruyeron las muestras (de análisis, después de su fallecimiento)?. ¿Por qué no realizaron una investigación de tóxicos mientras estaba en el hospital?», se preguntó Abdala Bashir, médico jefe de la comisión. Insistió en que la actuación francesa en los días que siguieron a la muerte de Arafat, el 11 de noviembre de 2004, abre dudas a las que la comisión deberá dar respuesta, entre ellas a la de «por qué no se efectuó una autopsia». Lamentó igualmente que París no haya entregado aún los resultados de sus pesquisas, como hicieron los científicos suizos y rusos, quienes reiteraron que no hay pruebas que respalden la teoría del envenenamiento.

«Francia sabe la verdad y los detalles del martirio de Arafat», afirmó, por su parte, el presidente de la comisión, Tawfiq Tiraui. En una rueda de prensa celebrada en Ramallah, aseguró que «Israel es el principal sospechoso, el principal y único sospechoso en el caso del asesinato de Arafat». Dijo que seguirán investigando cómo se realizó el supuesto envenenamiento con polonio 210, elemento radiactivo del que se hallaron cantidades 18 veces superiores a las normales en los restos exhumados. «Creemos que el único y fundamental acusado es Israel (...) sin embargo la instrumentalización es un gran misterio», expresó.