«Viejos» y en este caso también «viejas» conocidas de la carrera pueden regresar al podio, instalado dentro de una carpa en el Boulevard donostiarra, tanto en categoría masculina como en la femenina y en algunas disciplinas del deporte adaptado.

Un madrileño, un catalán y un gallego... -casi como en esos chistes que ya nadie cuenta- se postulan como candidatos al triunfo mañana en la 49ª edición de la Behobia. Chema Martínez, con el dorsal número 1, Marc Roig, con el 2, y Pedro Nimo, con el 241, afrontan la carrera en distintas circunstancias. Los dos primeros conocen el recorrido, han logrado buenos puestos y se han traído a la familia. El gallego es debutante.

Martínez, que ha ganado la Behobia en cuatro ocasiones, todavía podría aumentar a cinco su colección de farolas -el trofeo que recibe el ganador, calcado al que se entrega en Zinemaldia a los actores y actrices galardonados con los Premios Donostia-. Ese era su objetivo en esta carrera que dominó de 2005 a 2008 y, cuando esperaba igualar los cinco triunfos de Alfonso Álvarez Valera y Alberto Juzdado, el salmantino Rafa Iglesias le privó del quinto.

El madrileño volverá a intentarlo, pese a que hace seis días corrió el último maratón de su carrera en Nueva York, en donde acabó en el puesto 31º (2.28:21) y, según declaraba anteayer en Madrid, «sufriendo como un perro». A sus 42 años, habrá que ver cómo se recupera de su viaje a la Gran Manzana. «No sé cómo me va a responder el cuerpo, no sé hasta dónde llegaré. Lo que tengo claro, como siempre hago cada vez que me pongo en una línea de salida, es que lo daré todo», dijo en referencia a su participación en Donostia. Martínez se empieza a despedir del profesionalismo y no le gusta perder. Su edad puede resultar un inconveniente para la recuperación, pero no para ganar.

Los podios de la Behobia están llenos de veteranos. Lo sabe bien Martín Fiz, que en sus años gloriosos esquivaba la cita ante compromisos más interesantes además de remunerados, pero una vez reconvertido en popular disfrutaba encaramándose al podio bien pasados los 40.

Martínez se va a encontrar a un Roig y a un Nimo más frescos y también más jóvenes. El catalán, de 29 años, puede relevar a su compatriota Jaume Leiva, el último campeón, al que una lesión le impedirá defender su txapela pero no participar, porque estará de corto entre la marabunta junto con el grupo al que entrena para disfrutar del paseo sin grandes esfuerzos.

Roig ha vivido tres Behobias y en dos de ellas ha acabado en el podio. Fue tercero en 2009, décimo en 2011 y segundo en 2012 cuando terminó en 1.03:02, su mejor registro aquí secundando a Leiva en el cajón y ampliando a la cabeza de carrera la conexión catalana que, con 4.573 inscritos para esta edición, sigue demostrando su fidelidad. En Catalunya tienen otra baza, Roger Roca, que también conoce los pormenores de la carrera.

Otro nombre a tener en cuenta es Pedro Nimo. El maratoniano gallego tiene 33 años, un registro de 1.02:48 en medio maratón y mucha experiencia, aunque no en la multitudinaria Behobia que correrá mañana por primera vez. Asegura en su página web que el Cross de Zornotza y la Azkoitia-Azpeitia, junto con el prestigioso maratón de Berlín, son sus pruebas favoritas. Quizás mañana descubra cómo completar el póker.

También en cabeza de carrera se espera a Salah Amaidan. El atleta saharaui acostumbra a correr la Behobia tras participar la víspera en la manifestación en Madrid por la descolonización y la independencia del Sáhara occidental. Pese a correr prácticamente de gaupasa, Amaidan se metía en el top-10. Esta vez, que evitará el viaje-relámpago, quizás pueda soñar con algo más.

El Trofeo Diego García podría recaer en Alberto Revuelta, quien se lo llevó el año pasado como primer guipuzcoano tras un buen quinto puesto. La lista de favoritas en categoría femenina es euskaldun, aunque no se descartan sorpresas. Laura García, la alavesa del club La Blanca subcampeona en 2012, repite. El pasado domingo ganó la Gasteiz Hiria Lasterketa, un buen test de 10 kilómetros antes del reencuentro con Claudia Behobide, abonada al tercer puesto. La hondarribiarra opta además al Trofeo María Luisa Irizar, que premia a la mejor guipuzcoana y el año pasado fue a parar a la mutrikuarra Ohiana Kortazar, la especialista en carreras de montaña que se apuntó en el último momento y lo ganó todo.

Ayer no había noticias de espontáneos-as de última hora, y menos de gente capaz de amenazar los 59.19 del madrileño Alberto Juzdado en 1996 y los 1.08:07 de la etíope Trihas Gebre Aunoon de 2011, que son los récords de la carrera.

Tampoco para las sillas de ruedas y handbikes va a estar fácil volar, sobre todo porque se espera suelo mojado. Aquí sí parece haber alguien capaz. Joel Jennot, medallista paralímpico y mundial, tiene el de silla de ruedas (46.42, desde 2003) y el de handbike (35.25 en 2011). Mañana va en handbike formando parte de esos 28.717 atletas que de 9.30 a 14.15 llenarán los cerca de 20 kms que separan la salida de Behobia con el Boulevard.

No serán tantos, el volumen de bajas es abundante, pero por si acaso se ha calculado para 31.000 atletas tal y como se puede comprobar en el orden de salida. En esos 28.342 que el Fortuna facilitó como primera cifra oficial no están incluidos ni rollers, ni discapacitados, ni los compromisos del club. Tampoco los que corren sin dorsal, «que aunque cada vez sean menos, los hay», reconocen. Todo un test para la 50ª edición, que se abrirá hasta los 30.000.