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Un triple de Blake y los tiros libres de Howard pueden con los Rockets
GARA | BILBO
Quizá Dwight Howard debiera dejar de pensar que es el mejor pívot de la NBA a poco que se encuentre bien físicamente, para ponerse a limar sus limitaciones, como por ejemplo su mano de madera desde la línea de tiros libres.
El exjugador de los Lakers vio cómo tuvo responsabilidad directa en la derrota de los Rockets por 99-98 ante su exequipo. Howard firmó un horroroso 5 de 16 desde la «distancia de la caridad», arruinando el partidazo de Harden, que se fue a los 35 puntos, 9 rebotes, 5 asistencias y 4 robos.
Fue el doloroso caso de la «derrota arrebatada de las fauces de la victoria». Con 96-98 a escasos segundos, Howard firmó su «clínic» errando dos tiros libres, de modo que los Lakers tuvieron una opción más después de recuperar el balón -sus 12 rebotes fueron lo único bueno que hizo Pau Gasol-. Steve Blake, a poco más de un segundo, daba el triunfo a los de Mike D'Antoni con un triple.
«Estuve terrible con los tiros de personal», admitía Howard, que se vio sometido a un «tratamiento de shock» por parte de sus rivales, que se dedicaron a coser a faltas -y a palos- al pívot texano para que este acudiera, y errara, desde los 4,60 metros. «Tengo que seguir trabajando los tiros de personal, pero el que nos robó el triunfo fue Steve Blake al hacer uno de los mejores tiros a canasta de su carrera profesional», señalaba Howard.
Parando a Chris Paul
Miami Heat se imponía por 97-102 a Los Angeles Clippers, en un partido en el que los Beach Boys pararon en seco a Chris Paul. Con CP3 frenado, fue Blake Griffin quien asumió el liderazgo angelino, pero no pudo con los 29 tantos de Dwayne Wade.
Mientras, Denver Nuggets al fin estrenó su casillero, después de batir a Atlanta por 107-109, gracias a los 23 tantos de Lawson y una gran defensa sobre Millsap, que tuvo la prórroga en sus manos.