El expresidente del Gobierno español José María Aznar afirmó ayer que «toma nota» si el actual Ejecutivo y su presidente, Mariano Rajoy, le mandaron el jueves un mensaje de «ruptura» al no asistir a la presentación del segundo volumen de sus memorias, a diferencia de un año antes, cuando presentó el primero.

«Si algunas de las interpretaciones tienen razón y lo que se ha mandado es un mensaje de escenificación o de decisión de una ruptura, pues se toma nora», señaló en declaraciones a la Cope. No obstante, dejó claro que él no puede «dar razón de las ausencias».

La vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, negaron la ruptura. La primera dijo que el Ejecutivo «respeta y mucho a todos los expresidente» y la segunda aseguró que el suyo no es un partido de «divisiones» ni «sectarismos» y «no deja nunca a nadie atrás».