Hay entregas de “CSI Las Vegas”, o sea, del auténtico, en que todo me parece metafórico. El regusto de todo el equipo por los gusanos me empieza a parecer declaratorio, y su posicionamiento ante la pena de muerte me aleja cada vez más de su propia estética. Paso una crisis de identidad como televidente. Miro los resultados de Sofres, sus interpretaciones por las cadenas y reniego de mi propio expediente académico. Nunca suspendía Matemáticas, era rápido y eficaz en la aritmética, pero no alcanzo a entender cómo las estadísticas y los porcentajes son tan interpretables. Me quedé en las ecuaciones. Me falta imaginación.

En el Levante aznarista se han cometido las mayores tropelías contra el Medio Ambiente y es el lugar de mayor corrupción por ladrillo lineal de toda la cuenca mediterránea. Más incluso que en Marbella. Hay asuntos faraónicos, macro urbanizaciones que son la más clara manifestación de ordinariez y que significan el horizonte estético y residencial de una concepción del mundo absolutamente ramplona y masificada. Desde ahí se ofreció un espectáculo televisivo que cada año nos propicia unas líneas similares. En esta ocasión debemos decir que nos gustó el escenario, que nos pareció adecuado que se le diera presencia a la orquesta en directo, pero tanto la pareja de presentadores, como el propio mecanismo, nos deja apartados de la condición de seres con una supuesta posibilidad de inteligencia.

Concurso de elección de miss España, docenas de cuerpos que algún día se convertirán en gusanos. O en cenizas, biografías y currículos adosados a unas medidas corporales, bikinis, trajes de noche, exhibición de ropajes de consumo. Desfile tras desfile y un cuerpo con una sonrisa y un estilista abanderando una región. Incesante proyección de la corrupción más simple. Espacio y tiempo perdidos en una obcecación por establecer unos cánones de belleza que encierran multitud de gusanos mentales. Pero la tosca matemática nos asegura que es el espacio de televisión más visto en la noche del domingo. Algo sucede en los mandos a distancia. Identifiquémonos. Yo estuve dormitando con Iker Jiménez y sus alucinaciones. -