- Los lusos vuelven a ser la piedra en el zapato ingles -
Se repite el guión de hace dos años
·Portugal alcanza las semifinales cuatro décadas después, emulando al conjunto que liderara el mítico Eusebio
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IRUÑEA
Portugal volvió a reeditar el guión de hace dos años en la Eurocopa que organizaran y dejó a Inglaterra en la cuneta, con Ricardo otra vez como héroe nacional de los lusos. Nada menos que cuarenta años han tenido que transcurrir para que los ibéricos vuelvan a clasificarse para unas semifinales mundialistas, igualando la gesta que protagonizara el equipo liderado por Eusebio en el Mundial de Inglaterra de 1966.La tanda de penaltis entre ambas selecciones se convirtió en un episodio traumático. La alegría fue pasando de un bando a otro, primero los portugueses con la parada de Ricardo sobre el lanzamiento de Lampard, después los ingleses tras los fallos consecutivos de Hugo Viana y Petit, y definitivamente regresó al lado luso con la transformación de Cristiano Ronaldo. Quizás no fue el premio más justo a la labor a destajo que realizaron en inferioridad numérica los pross durante una hora, tras la infantil expulsión de un incontrolado Rooney, al que le puede llover encima la que ya le cayó hace ocho años a Beckham cuando picó ante las provocaciones de Simeone en el Mundial de Francia. El delantero dejó huérfano de ataque a su equipo, tras pisotear a Carvalho en sus partes nobles sin ningún tipo de justificación. Curiosamente, quien más solicitó la tarjeta roja al colegiado argentino Horacio Elizondo fue su compañero en el Manchester United, Cristiano Ronaldo, con el que mantuvo un amago de trifulca por extraño que pueda parecer. A decir verdad, los ingleses no sólo no sufrieron por disponer de un jugador menos en el terreno de juego, sino que incluso dieron la impresión de ser más peligrosos que los portugueses cuando se acercaron al área rival. Un omnipresente Hargreaves desplegó su gran potencia física y se multiplicó arriba y abajo, tanto en labores defensivas como de ataque, contrarrestando la mencionada inferioridad numérica.
Portugal, sin ideas Los de Scolari, también muy mermados físicamente a pesar de ser uno más, no tenían ideas para perforar la férrea defensa británica y sólo en los últimos compases del choque abrieron una vía por la banda derecha con el incombustible Miguel, sin que sus centros tuvieran provecho alguno.
Por su parte, los ingleses, que dieron entrada como hombres de refresco a Lennon y Crouch, confiaban su suerte al gigantón y a las llegadas de sus dos centrocampistas referenciales Gerrard y Lampard, que una vez más volvieron a defraudar tanto durante el tiempo reglamentario como en el lanzamiento de sus respectivas penas máximas, que fueron detenidas ambas por Ricardo. El guardamete del Sporting de Lisboa agrandó así su leyenda con la camiseta de su país, parando tres penaltis de los cuatro que dispusieron los de Eriksson, uno incluso al teórico especialista Garragher, al que el técnico sueco había dado entrada un minuto antes de la finalización del partido con vistas a asegurar los lanzamientos desde los once metros.
Scolari: «Ha sido un partido maravilloso»
GELSENKIRCHEN Exultante por la gesta conseguida, el técnico brasileño de Portugal, Luiz Felipe Scolari, calificó el enfrentamiento ante Inglaterra como de «electrizante y maravilloso, disputado por dos grandes selecciones». «Disparamos mucho desde fuera del área y no tenemos esa virtud. Inglaterra jugó al contragolpe y con jugadas laterales y, por eso, fue como si hubiésemos jugado contra once», indicó. En esta misma línea, “Felipao” reconoció el mérito de los pross, «a los que hay que darles la enhorabuena porque jugaron muy bien», y también el de sus pupilos «debido al gran ambiente que hay entre nosotros, que supera ciertas deficiencias». Por su parte, Sven Goran Eriksson, preparador inglés, lamentó la eliminación de la escuadra que dirige, porque «estaba seguro de que con estos jugadores podía haber llegado a la final», indicó el entrenador sueco. «Han luchado mucho, pero increíblemente hemos perdido otra vez por los penaltis. Comenzamos muy bien y teníamos controlado el partido, pero la expulsión nos llevó a ellos. Lo siento por la afición que nos ha apoyado», dijo.
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