Exigen el cierre inmediato de la central de Garoña
La Coordinadora Contra Garoña realiza un balance positivo de la jornada antinuclear de ayer. Las reivindicaciones comenzaron a primera hora de la mañana en Frías, y la jornada culminó con la marcha anual a Garoña. Cientos de personas exigieron el cierre inmediato de la central nuclear, que lleva 35 años en activo.
GAROÑA
La jornada antinuclear, organizada este año por la Coordinadora Contra Garoña, Ecologistas en Acción-Ekologistak Martxan, Iniciativa Ciudadana por el Cierre de Garoña y la recientemente creada Plataforma “Garoña no más prórrogas” de Miranda de Ebro, se inició en la localidad de Frías, con la clara idea de impulsar y mostrar que existen suficientes alternativas como para descartar «de una vez por todas» la energía nuclear. Así, el municipio burgalés acogió varias exposiciones como la de cocinas solares o la de carteles de anteriores marchas a la central nuclear de Santa María de Garoña, así como una feria de artesanía y comida biológica. Greenpeace presentó la exposición “Niños de Chernóbil” para recalcar las consecuencias que puede tener un accidente nuclear.
«Esta central la vamos a cerrar»
Tras una comida popular y la posterior sobremesa amenizada por la Elektrotuna de Santutxu, se dio comienzo al acto central de la jornada; la tradicional marcha hasta Garoña, que partió a las 19.00 desde Barcina del Barco. Bajo el lema “Garoña cierre ya” y con multitud de pancartas y carteles de grupos ecologistas y agentes sociales que se adhirieron a la reivindicación, la marcha fue encabezada por un vehículo de la Guardia Civil y seguida de inicio a fin por un helicóptero del mismo cuerpo. Por lo demás, la marcha se celebró con normalidad y los participantes reivindicaron a voces el cierre de la central, con lemas como “esta central la vamos a cerrar”, “oña, oña, oña; Garoña, ni de coña”, o “una vez más, Garoña cierre ya”. La caminata concluyó a las puertas de la central, donde se realizó una parodia de la inauguración a manos de Franco de la planta en setiembre de 1971. Representantes de la Coordinadora explicaron que el objetivo de la parodia era el de mostrar que, aunque el funcionamiento de la central estaba contemplado para 25 años lleva 35 funcionando y, a este respecto, lamentaron la actuación de Nuclenor empresa propietaria de la central, formada por Endesa e Iberdrola, por solicitar una prórroga. Miembros de la Coordinadora explicaron que «la gente no tiene conciencia de la antigüedad de Garoña, y hemos querido retratar que Franco estuvo inaugurándola hace 35 años». En referencia a la posible prórroga, aseguraron que «tiene que cerrar. Ellos quieren dejarla funcionando casi hasta la inmortalidad y tiene piezas oxidadas que son vitales para la seguridad. Está más que demostrado que no puede funcionar en esas condiciones». Como acto de protesta ante esta actuación, colocaron un candado de cartón de grandes dimensiones en la puerta de acceso a la central, para simbolizar el cierre de Garoña. Los organizadores se mostraron satisfechos por la participación, porque «este año ha habido más gente y, además de reivindicativa, ha sido una jornada divertida. Hemos dejado visible que hay una posición en el valle y en la zona de la central nuclear, y el mensaje ha que dado claro; Garoña está vieja, es innecesaria y, por seguridad, debe de cerrarse ya». En referencia a la última parada de la central, destacaron que no ha provocado ningún problema en el suministro energético, «lo que demuestra que Garoña es totalmente prescindible, porque sólo crea el 1,25% de la energía. Creemos que tenemos que cambiar de modelo energético; derrochamos energía, ese es el problema de base, el que realmente tiene que cambiar».
Greenpeace reclama un cierre progresivo de las centrales nucleares, empezando por Garoña
GASTEIZ Greenpeace solicitó al Gobierno español que elabore «un plan de cierre progresivo pero urgente» de las centrales nucleares, empezando por las que se encuentran en peor estado de seguridad. El colectivo ecologista valora que Garoña «es la central nuclear más vieja y más peligrosa» del Estado español y, por ello, considera que «el plan de cierre definitivo del parque nuclear español debe empezar urgentemente por esta instalación». Greenpeace asegura que la seguridad «de esta obsoleta instalación está seriamente degradada» y que su funcionamiento «entraña un riesgo inaceptable» para la salud pública y el medio ambiente. Deficiencias peligrosas Recuerda que «Garoña sufre un grave problema de agrietamiento por corrosión, que afecta a componentes internos de la vasija del reactor». Añade que en noviembre de 2005 la central mostró una grave falta de seguridad que el el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) calificó de Nivel 1, «cuando se detectó con siete meses de retraso una anomalía por defecto en el montaje de los medidores de temperatura del cableado de la contención». Subraya que el propio CSN reconoció hace tres años el estado de la vasija de Garoña estaba empeorando. En cuanto a la última parada de la central que los responsables atribuyen a la subida de la temperatura del río Ebro, el colectivo remarca que «el sector nuclear asegura que la energía atómica no depende de la meteorología». Por último, destaca que la central de Zorita, la otra central junto a Garoña de «primera generación» del Estado español, cesó este año.
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