Ese alcalde que tantas veces se desmelena, (Itxaso dixit), ha regalado a las gentes de la izquierda abertzale que han participado en movilizaciones a lo largo de la Aste Nagusia donostiarra con una frase lapidaria: «Son un coñazo, están demasiado presentes en las fiestas, y no hay quien lo aguante». Olé, olé y olé. Olé por la feliz expresión de coñazo, olé por la altura política del análisis, y olé por la altura de miras del mandatario de la ciudad justo el día en que las familias de los tres militantes independentistas muertos por la policía hace quince años en Morlans preparaban el acto de recuerdo.

Entenderá Odón Elorza que si en este caso había alguien aburrido de tener que pelearse el derecho a honrar a sus muertos, de que pasen los años sin que defensores de la ley y la paz como él reclamen justicia para los suyos, serán precisamente los familiares de Iñaki, Jokin y Patxi, sus allegados, su «entorno» militante y humano. Pero al parecer, para el señor alcalde ése no es motivo suficiente para salir a la calle, y encima hacerlo en plena Semana Grande, al parecer, sólo para deslucir sus bonitas fiestas.

También fastidian la imagen de la ciudad y son una petardada, al parecer, esas concentraciones de cada viernes a la misma hora en el mismo lugar, recordando a los presos y presas a los que no ha llegado ni asomo de los beneficios que debiera suponer para toda la población ese proceso de paz al que algunos han puesto, antes de nacer, fecha de caducidad.

También Iñaki De Juana Chaos, como no puede manifestarse en la Semana Grande donostiarra, ha decidido ponerse en huelga de hambre indefinida para jorobar a Elorza. ¿Qué es la perspectiva de una condena casi centenaria cuando debiera estar en la calle tras cumplir 18 años de cárcel?

Ni qué decir tiene que la movilización convocada al inicio de las fiestas reclamando que se deje expresar y se respete la voluntad de los ciudadanos y ciudadanas de este país tenía también como único objetivo hacer sombra al jolgorio y despipote del cañonazo inaugural de la Semana Grande...

En fin, que aburridos hay muchos, petardadas en la escena política, sin cuento, pero para ese tipo de pataletas ya se nos han pasado los años. Es tiempo de implicarse hasta las cachas para que el proceso se inicie, avance y desemboque en la normalización política de este país. -