Denuncia de la AN en el primer «juicio preventivo»
·Ocho imputados que declararon no respondieron a las preguntas de la Fiscalía
El macrojuicio que sentará en el banquillo a 103 ciudadanos vascos, detenidos en las llamadas «redadas preventivas», comenzó ayer con el inicio de la primera vista oral. Dieciocho son los imputados en ésta y ocho de ellos declararon ayer. Tras negarse a responder al fiscal, recordaron lo vivido en la incomunicación y denunciaron al «tribunal de excepción».
DONOSTIA
En la Audiencia Nacional española arrancó ayer el juicio contra dieciocho ciudadanos vascos detenidos por las FSE. Die- ciséis de ellos se volvieron a encontrar tras tres años y medio de prisión preventiva en la ya famosa «pecera», mientras que Aiora Epelde y Arkaitz Rodríguez entraron en la sala acompañados de medio centenar de familiares.Esta vista es la primera pieza de todo un macrojuicio que se basa en siete redadas realizadas entre febrero del 2003 y julio del 2005. Según sus impulsores, se llevaron a cabo contra «el aparato de captación de ETA» y tenían «carácter preventivo». El balance total fue de 116 personas detenidas, y 103 de ellas serán juzgadas en este macrojuicio. Tal y como informó la letrada Arantza Zulueta a GARA, Mikel Jauregi, Iñaki Ramos, Josu Lezama, Peru Aranburu, Unai Dañobeitia, Asier Bengoa, Agurtzane Igartza y Arritxu de An- drés fueron los primeros en declarar. En ese orden, todos ellos se negaron a responder a las preguntas realizadas por el fiscal y denunciaron que «la Audiencia Nacional es un tribunal de excepción y parte de la estrategia de guerra impuesta por el Estado español en contra de Euskal Herria».
Testimonios de tortura
Los ocho imputados también denunciaron «haber estado todo este tiempo en prisión preventiva». La mayoría de ellos recordaron haber sido torturados a manos policiales, pero no quisieron entrar en detalles de lo vivido en esos días por no «hacer sufrir más a sus familiares» allí presentes, tal y como detalló a GARA uno de los allegados allí presentes.Los siete primeros negaron haber colaborado o pertenecer a ETA, mientras que la última en declarar, Arritxu de Andrés, reconoció ser militante de Euskadi Ta Askatasuna. «A los militantes vascos se nos somete a duras torturas, a vejaciones y al amparo de la incomunicación pensando que ello nos va hacer desistir de nuestro compromiso. Lejos de todo eso, nuestra determinación se hace más firme por la lucha de Euskal Herria». Esas fueron las declaraciones de Arritxu de Andrés y con ellas finalizó la sesión de ayer. Hoy les tocará el turno a Mikel Pardo, Tomás Insausti, Unai Redin, Ainara Calvo, Unai Berrostegieta, Iratxe Yáñez, Asier Ortiz de Guinea, Aiala Manrique, Aiora Epelde y Arkaitz Rodríguez. Pero ellos no estarán solos. Un autobús partirá desde el barrio de la Txantrea para transmitir su apoyo a los imputados, y el próximo viernes habrá iniciativas similares desde otros herrialdes. La plataforma Herria Aurrera también quiso solidarizarse con los imputados, en especial con Mikel Jauregi, integrante de la misma. Por otra parte, la vizcaína Sue Lorenzo recobrará próximamente su libertad tras ser juzgada junto a Egoitz Martitegi y Maite Orue (ya en libertad). Tras alcanzar un acuerdo con la defensa, la Fiscalía rebajó a dos años la petición de cárcel. Estos arrestos, practicados en julio del 2005, se enmarcan dentro de las «redadas preventivas» pero están encausados en otro sumario.
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