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Gara > Idatzia > Kultura 2006-12-01
Víctor MORA | Dibujante. Creador del Capitán Trueno.
«El éxito lo atribuyo a mi excepcional estrella»

Capitán Trueno, Jabato, El Corsario de Hierro, Dani Futuro, son personajes que hicieron soñar con mil aventuras a varias generaciones de lectores de tebeos. Su creador, Víctor Mora (Barcelona, 1931), que recibirá hoy un homenaje en el Salón del Cómic de Getxo, se inició en la historieta en 1948, aunque fue a mediados de los cincuenta cuando creó a su personaje más popular. El mismo año en el que el Capitán Trueno conseguía un éxito sin precedentes, fue encarcelado por su militancia comunista. Aunque ha sido su carrera de guionista lo que le dado de comer, Mora es también autor de varias novelas en catalán.

­Aunque ha escrito de todo, se le conocerá siempre como el creador de «El Capitán True- no». ¿Le molesta?

En realidad, hace muchos años que escribo. Y sé que soy conocido por otras varias cosas, además de El Capitán Trueno, también por novelas como “La mujer de los ojos de lluvia” o “Los plátanos de Barcelona”. Dicho esto, estoy encantado con la formidable, fabulosa acogida que han hecho los lectores a mi Capitán Trueno... ¡Aquí hay que hablar de millones de lectores! ¿Quién no estaría satisfecho? Sin embargo, yo prefiero atribuirlo, más que a otras cuestiones, a mi excepcional buena estrella, que me permitió atravesar nuestra guerra civil, parte de la Segunda Guerra Mundial, y lo que siguió hasta hoy, sin haber dejado de padecer una enfermedad cerebral de la que muy pocos escapan sin perder la cabeza, y seguir publicando libros como hasta hoy.

­¿Cómo nace su más famoso personaje?

A los veintipico años, tras haber leído una enorme cantidad de libros, y materiales diversos, películas, obras de teatro, etcétera, y tras haber escrito una infinidad de textos de distinta naturaleza, me encargaron que escribiera las aventuras de un héroe medieval. Así nació “El Capitán Trueno”.

­¿Tuvo problemas con la cen- sura?

Como cualquier escritor en aquella época. Uno de mis libros fue secuestrado y destruido. ¡Menos mal que pude salvar un ejemplar, y publicarlo muchos años después! En otra ocasión, el censor mandó quitar de varias viñetas las espadas de toda una serie de gente, brazo en alto... Y quedó toda una serie de personajes férreamente en pie con el puño en alto. ¡Toda una hazaña de la censura!

­Sigrid era una mujer inde- pendiente, fuerte. Rompía los moldes de la época.

Siempre me gustaron las mujeres del tipo de Sigrid. No fue extraño. Véase si no “El Príncipe Valiente”, de Harold Foster, que yo leí cuando tenía cinco o seis años, exiliado con mis padres en Francia. O la “Dama del Dragón”, de “Terry y los piratas”, de Milton Caniff que conocí por aquellos tiempos.

­¿Le hubiera gustado ver a Trueno en el cine?

Me habría encantado. Pero nada salió de todo aquello. Mas la vida está llena de sorpresas. Es muy posible que pronto sea llevado “El Capitán Trueno” al cine. Pero, chitón... ¡A lo mejor sólo se trata de alguna de mis varias imaginaciones! ¿O no...?

­¿Cómo era el trabajo con el dibujante Ambrós?

Maravilloso. Ambrós era un dibujante formidable, y sólo no gustaba a gente que no entendía de verdad. Los lectores, millones, de “El Capitán Trueno” sí que lo entendían. “El Capitán Trueno” habría hecho su carrera,sin Ambrós, pero hoy, más de 50 años después, no estaríamos hablando de él, estoy seguro.

­¿Cómo sería hoy un nuevo superhéroe?

No sabría decirle... Los tiempos han cambiado. Los tebeos ya no son lo que eran. En el extranjero, en Francia, por ejemplo, todavía hay mucha gente y muchos lectores. Aquí, salvo para aquellas personas inteligentes y cultas que leen, por ejemplo, “El Príncipe Valiente”, “Terry y los piratas”, dos cosas norteamericanas inmortales, y algunas cosas selectas españolas más, parece que los tebeos hayan terminado.

­Se dice que sus personajes se distinguen de los de otros guionistas por su gran huma- nidad. ¿Está de acuerdo?

En todo caso, yo no he hecho más que seguir los pasos de grandes escritores ­no sólo de cómics, sino de la literatura a la que reverencio en general­ que han existido.

­¿Sigue escribiendo?

No tanto como antes, pero sigo. Y no quisiera dejarlo nunca.

­¿Lee cómics? ¿Qué le gusta de lo que se hace actualmente?

Sí, leo cómics. Por ejemplo, la publicación, en España de “El Príncipe Valiente” y de “Terry y los piratas” me ha permitido recordar viejos tiempos. Es lástima que “Terry...” no vaya en su color, precioso. Milton Caniff era un buen artista y echo mucho de menos sus colores. La verdad: no se hace hoy nada que pueda rivalizar con los cómics que he nombrado, incluidos los españoles, que los ha habido de antología. -
 
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