Al Maliki abre las puertas de su Ejército al Baaz
·El primer ministro títere abrió ayer la «conferencia de reconciliación nacional»
En un intento más de reconducir la situación que atraviesa Irak dentro de los parámetros marcados por los ocupantes estadounidenses, el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, invitó ayer a los antiguos militantes del Baaz a unirse a su Ejército. Los chiítas de Al Sadr boicotearon la conferencia.
BAGDAD
Políticos de diferentes tendencias e incluso representantes de organizaciones armadas, según los organizadores, participaron ayer en la «conferencia de reconciliación nacional» en Bagdad, con el objetivo de lograr un consenso político y terminar con la violencia que sacude Irak. En ningún momento se habló de la violencia de la ocupación estadounidense.En su discurso inaugural de la conferencia de dos días, el primer ministro iraquí, el chií Nuri Al Maliki, hizo un llamamiento a los políticos, tanto del gobierno como de la oposición, para que se unan en la «reconciliación nacional», que dijo es el «único camino para la estabilidad» de Irak. Al Maliki invitó, además, a los oficiales y a los militares de otros cargos del disuelto partido gobernante Baaz a unirse al Ejército iraquí creado por los ocupantes. La maniobra pretende, según observadores locales, desactivar a la resistencia, aunque otros opinan que muestra el grado de desesperación para reconducir una situación fuera de control. «El nuevo Ejército iraquí ha abierto sus puertas a los miembros del ejército anterior, siempre de acuerdo con la capacidad del nuevo Ejército, y el gobierno de unidad nacional está dispuesto a recibir a quienes deseen servir a la nación de manera profesional», anunció Al Maliki. Sin embargo, dirigió esta invitación sólo a los miembros del ex partido Baaz que «no hayan cometido crímenes contra los iraquíes y a quienes no participen en el derramamiento de sangre de inocentes, asesinatos o atentados con explosivos y coches bomba». Las incógnitas que rodean la iniciativa son numerosas, más teniendo en cuenta el fracaso del plan de seguridad elaborado con los estadounidenses para la seguridad de Bagdad del pasado verano pese a la participación de miles de soldados indígenas y tropas extranjeras. La conferencia comenzó sin la presencia del bloque parlamentario del clérigo chií Muqtada Al Sadr que ha boicoteado las reuniones en protesta por la «injerencia del ocupante extranjero» en el congreso. Tampoco participan los suníes del Frente Iraquí para el Diálogo Nacional (FIDN), la quinta fuerza parlamentaria, y de la Comisión de Ulemas Musulmanes (CUM).
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