DEPORTIVO 0
ATHLETIC
2
BILBO
Javi Martínez se llevará hoy todos los titulares de la prensa tras completar en Riazor un espectacular partido. No es para menos tras marcar los dos goles de la victoria, el segundo fue todo un alarde de fuerza y pundonor, una arrancada a lo Vieira de la que ya había dejado muestras. Sin embargo, ayer consiguió concluirla y su aportación resultó decisiva para sumar la segunda victoria consecutiva. Con estos tres puntos, el Athletic mira al futuro con optimismo y con cierta tranquilidad que podrá aumentar si supera el martes al Zaragoza.Pero el Athletic hizo muchas cosas buenas ante el Deportivo. No es justo nombrar solo a un jugador, el fútbol es un trabajo de equipo. Por un lado, dejó la portería a cero dando la sensación en el campo de ser un equipo sobrio y sólido. Como se suele decir, difícil de ganar. Le impidió jugar al Deportivo, pero al mismo tiempo supo aprovechar sus opciones.
El Athletic demostró que el nuevo técnico está acertando a la hora de disminuir los puntos débiles del equipo y fomentar los fuertes. Sin grandes alardes futbolísticos, el equipo supo salir airoso en los momentos más complicados y recuperar el control del partido.
Una de las principales aportaciones de Mané desde que se ha hecho cargo del equipo es que el Athletic ha empezado ganando los partidos y se ha marchado al descanso por delante en el marcador. El equipo siempre ha salido concentrado al campo y la fortuna le ha sonreído por el momento ya que con el partido de cara es más fácil jugar.
El planteamiento era claro, arriesgar lo menos posible sin dejar huecos e intentar aprovechar alguna de las ocasiones. El Deportivo de Caparrós acumulaba siete partidos sin ganar y la necesidad de puntos hacía prever que intentaría empezar el partido imprimiendo un ritmo alto y arrinconando al Athletic. Para contrarrestar esa posibilidad Murillo se colocó cerca de los centrales y les ayudó en sus pugnas con los delanteros.
Tras una primera fase de tanteo, los rojiblancos fueron los que dieron primero. Yeste provocó un córner después de que su lanzamiento de falta golpeara en la barrera e Iraola se encargó de poner la pelota en el área pequeña para que Javi Martínez abriera el marcador al peinar de cabeza. Máxima eficacia.
El nuevo técnico cuida mucho el trabajo a balón parado durante la semana y ayer volvió a dar réditos. El gol quizá llegó demasiado pronto puesto que ni siquiera se habían cumplido diez minutos de partido., pero el Athletic se adelantó y obligó al Dépor a tomar las riendas.
Los gallegos no se vinieron abajo y utilizando las mismas armas que los rojiblancos, balones en largo y explotar las jugadas de estrategia. El Athletic pasó muchos apuros, pero entre el desacierto de los delanteros del Dépor y las intervenciones de Aranzubia y Sarriegi consiguió mantener la portería a cero. El dominio de los de Caparrós llegó a ser abrumador por momentos y las estadísticas reflejaron un 75% de posesión de balón a su favor.
Pequeña modificación
El Athletic estaba a su merced, pero Mané realizó una pequeña modificación a su equipo y logró detener la sangría. Iraola centró su posición reforzando la medular, lo que sirvió al equipo para recuperar cierta tranquilidad. Los rojiblancos lograron alejar su defensa de la portería y tras el descanso continuaron en la misma línea. El Athletic consiguió bloquear el centro del campo de los gallegos y pese a que Caparrós trató de cambiar la inercia con los cambios no lo conseguía.Olvidados los agobios del primer periodo, el resultado se defendía con relativa comodidad. Incluso, las salidas al contragolpe hacían daño a los de A Coruña. Un robo de Urzaiz al que Juanma respondió con una clara falta que el colegiado no señaló o una combinación entre Gabilondo y Yeste, fueron las opciones rojiblancas mientras el Deportivo se limitaba a bombear balones sin encontrar rematador.
El partido estaba para que el Athletic lo finiquitara en
cualquier momento porque el Deportivo veía que sus carencias se agravaban con el
paso de los minutos. La expulsión de Juanma resultó definitiva. Los de Caparrós
agacharon la cabeza y se tuvieron que conformar con aplaudir la espectacular
arrancada y posterior gol de Javi Martínez. El navarro se fue por velocidad de
Manuel Pablo y pese a su remate defectuoso, su esfuerzo fue premiado. Un tanto
de fuerza, casta y garra.
