Escucho alguna balada y pienso en balar, en balas, en balsas, balcones. Ahorro energía mental. Me dejo llevar por las buenas intenciones de “Inocente, inocente”. Me gustan las inocentadas, no me gusta la gala. Me gusta las intenciones de la gala, no me gusta su puesta en escena. Me gusta su presentador, no me gusta la presentación de algunas estrellas. En fin, «balo», luego existo. Hace unos días escuché un debate sobre estas galas y sonó demasiadas veces la palabra solidaridad como sinónimo de caridad. Y dicho sea de paso reconozco que en muchas de las galas televisivas recaudan dinero para investigación médica, para buscar soluciones a enfermedades que ahora mismo producen dolor y desesperación. Está bien, pero esas partidas deberían llegar vía presupuestaria, lo que significa que si hubiera o hubiese menos corrupción y si se gastase menos en asuntos prescindibles, no haría falta hacer solidaridad televisiva, es decir promoción personal con fines benéficos.

Somalia. Las imágenes que nos pasan los noticiarios ¿son de hoy o son de archivo? ¿Cómo se puede estar en guerra entre facciones, entre etnias, existiendo tanta hambruna? ¿Quién incentiva a esos guerreros asilvestrados? ¿Cómo se llama paz a una invasión? De nuevo el reguero del petróleo, de las conducciones de los crudos, están detrás de todas estas guerras de intereses. Nos dicen que esos conflictos son culpa de unos «señores de la guerra», y a renglón seguido aparece Bush, ¿hablan de él, su estirpe y sus socios comerciales y cómplices penales? Y en Irak van a ejecutar en la horca a Sadam Hussein. Aparece un alto cargo ministerial iraquí y dice que lo harán en nombre de los Derechos Humanos. ¿Qué me dice? No están locos, son lo peor de todas las castas, funcionarios de la corrupción, dicen lo que les han dictado que digan. Este fin de año el mundo parece bastante peor que hace un año. Sí, aunque tengas móvil nuevo y sepas hacer muy bien el carpaccio de bonito con fresas en albahaca, mira un poco a lo que está sucediendo y verás que en cuanto despiertes del cotillón te tienes que poner otra vez a luchar para cambiar todo este horror. Sí, a ti te digo. Bala conmigo. Beeeee. -