GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Iritzia > Txokotik 2007-02-01
Martin Garitano
Respeto

Los jueces me merecen todo el respeto del mundo. En tanto que personas y, sobre todo, por la importante función que la sociedad les ha encomendado. Entiéndase bien lo anterior, sin precipitarse. Los repartidores de butano me merecen tanto o más respeto porque, además de personas iguales al resto, cumplen una agotadora función social y, además, me resuelven la cuestión de la cocina, el calentador y la catalítica.

Hay mucha más gente que merece mi respeto y hasta mi admiración. Piense usted en ese camarero que le sirve con todo el cariño un café por la mañana o una copa por la noche . Y ¿cómo olvidar a quien le sirve un menú a mediodía? También son personas y cumplen, todas ellas, una importante función social. Para todos ellos mi respeto y, en algunos casos sobresalientes, mi aplauso.

Hay más casos, pero no cabe alargarse en una lista sin fin. Respeto merecen, por poner algún ejemplo, el quiosquero que madruga para venderle el periódico, la panadera que ve amanecer ante un horno, la enfermera que le atiende en urgencias, el dentista que le alivia un dolor insoportable, el baserritarra que cultiva esos puerros incomparables, el arrantzale que le trae una merluza de los fondos abisales de la mar, el matarife que lleva ese cordero desde una verde pradera hasta su cazuela... En fin, que casi todo el mundo es respetable y casi todo el mundo ­con las excepciones conocidas­ cumple una función social de gran importancia.

Por eso no entiendo a quienes se rasgan las vestiduras cuando se critica a determinados jueces, a muy concretos juzgados y, sobre todo, a un sistema de elección que otorga la importante labor de juzgar a personajes sometidos al imperio de la ideología de sus elecciones partidarias. No entiendo, por ejemplo, que quien tiene por función enjuiciar, juzgar y, en su caso, castigar al prójimo, se sienta hostigado por el mero hecho de que una parte de la sociedad muestre repulsión por su juicio.

Será, tal vez, que algunos de entre esos jueces no sienten legitimada su tarea, que se saben ajenos a la sociedad a la que juzgan, que cuentan con reglas impuestas, que no se creen ni ellos lo de la independencia del poder que detentan.

Será por eso que el respeto que debieran merecer los jueces en una sociedad regida por la Justicia es escaso en estos pagos. Ellos debieran plantearse la pregunta. Seguro que muchos conocen la respuesta. -


Martin Garitano - Artikulo gehiago [..+]
 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Euskal Herria
«Me sorprendería que interrumpiesen definitivamente el diálogo con ETA»
Iritzia
El diálogo, la negociación y el acuerdo no tienen alternativa
Kultura
Euskal Herria Zuzenean jaialdiak ez du Kontseilu Nagusiaren diru-laguntza jaso
Jendartea
Los grandes temas del día, en el arranque
Euskal Herria
«La palabra es libre y su uso no se puede castigar»
Euskal Herria
Ibarretxe: «Seguiré hablando con todos, porque no hay otro camino»
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss