«Los interlocutores se definirán en la mesa», alega López
BILBO
El secretario general del PSE, Patxi López, despejó ayer la polémica abiertas tras las iniciativas judiciales contra dirigentes de la izquierda abertzale afirmando que «los in- terlocutores los tendremos cuando nos sentemos en esa mesa de partidos». Previamente, comentó que noiba a opinar sobre si Arnaldo Otegi es o no un «interlocutor válido» en un proceso. «No voy a entrar en esa polémica», señaló tras visitar ayer la sede de la ONCE en Bilbao. Para López, quienes integren esa mesa «deberán seguir los principios básicos del rechazo de la violencia como mecanismo para obtener objetivos políticos y el respeto a las reglas de juego». «Ahí estarán los interlocutores», dijo.
«Sin nominalismos»
Miguel Buen, secretario general del PSE de Gipuzkoa, también se refirió a esta cuestión. En su comparecencia en Donostia, subrayó que «nadie está por encima de la ley, por mucho que pueda ser el interlocutor más válido», en alusión a un hipotético encarcelamiento de Otegi. En su opinión, no se debe caer en «nominalismos» sobre los posibles interlocutores de la izquierda abertzale y añadió que otros dirigentes de Batasuna, como Pernando Barrena, también actúan habitualmente como portavoces. A este respecto, sostuvo que en el caso de su partido «los nominalismos parece que están mucho más claros que en el mundo de Batasuna». Buen argumentó que en la comparecencia del domingo «el señor Barrena se erigió en ese mismo momento en portavoz de Batasuna». No obstante, resaltó que «en un proceso de abandono del terrorismo por parte de ETA será imprescindible que exista una interlocución del mundo de Batasuna, pero sin nominalismos», incidió. Y, en esa línea, insistió en que «nadie está por encima de la ley por mucho que pueda ser el interlocutor más válido del mundo mundial». En este contexto, cabe recordar las declaraciones efectuadas el martes por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que remarcó que para su partido el portavoz independentista «no es un interlocutor mientras no condene la violencia o pida a ETA que abandone las armas».
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