Indignación y huelga general palestina contra el asalto militar israelí de Jericó
·La accion supone un golpe para la credibilidad de Abbas y acaba con los acuerdos firmados con israel
La población palestina respondió con una huelga general y numerosas manifestaciones el asalto militar israelí de la prisión de Jericó para secuestrar, entre otros, al líder del FPLP y diputado Ahmed Saadat. La acción israelí fue ayer duramente criticada en el Parlamento Europeo, aunque el presidente de la Comisión Barroso evitó referirse a un acción que la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) dijo que era «terrorismo de Estado».
RAMALA - JERICO De
Gaza a Cisjordania, los palestinos tomaron las calles para mostrar su indignación en una jornada de huelga general contra la última tropelía israelí, el provocador asaltó militar a la cárcel de Jericó con el beneplácito de EEUU y Gran Bretaña. Entretanto, los once extranjeros secuestrados por milicianos palestinos fueron liberados.La acción israelí, que en el Parlamento Europeo fue tachada de «acto electoral» del primer ministro en funciones Ehud Olmert un peligroso imitador del maestro Ariel Sharon (aún en coma), también provocó otras víctimas además de los directamente implicados en en el asalto, los prisioneros palestinos secuestrados. Por un lado, el ataque de Jericó supone un desastre diplomático para el presidente palestino Mahmud Abbas, el hombre al que los occidentales «apoyaban» para frenar a Hamas; por otro, los acuerdos firmados entre la ANP e Israel en la anterior etapa se convierten en papel mojado ante la violación israelí del acuerdo firmado en 2002, que dejaba en manos de guardianes británicos y estadounidenses la seguridad de la cárcel asaltada y destruida de Jericó. A Israel, que funciona al margen de la legalidad y sólo se ajusta a su doctrina militar y política de hechos consumados, probablemente le importe poco una y otra cosa. En opinión de Wissam Rafidi, profesor de 46 años de la Universidad de Bit Zeit de Ramala y miembro del comité central del FPLP, «la operación israelí debilita todos los acuerdos alcanzado con Israel», y estimó que se refuerza la posición política de Hamas de no reconocer los acuerdos firmados entre Israel y la ANP.
Impacto sobre la ANP Asimismo, en opinión de los expertos el asalto israelí debilita a Abbas y aumenta su impopularidad entre los palestinos.
El propio Saeb Erakat, principal negociador palestino, admitió que tiene «un impacto devastador sobre el estatus de la ANP». Erakat también comentó que el «mensaje» israelí ratifica a los palestinos que los israelíes «piensan seguir adelante con su planes unilaterales».El presidente palestino, además, se encuentra en una posición difícil desde el triunfo de Hamas en las elecciones de junio y la operación israelí sólo viene a desacreditarle. La ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni, «enterró» políticamente a Abbas al declararle «irrelevante». Ahora, los analista estiman que la impotencia del presidente palestino se confirma al sorprenderle el ataque en el extranjero, concretamente en Europa, donde hoy tenía previsto defender su posición para intentar asegurar la ayuda internacional a Palestina. Ayer, ante la destruida cárcel, Abbas afirmó que el asalto era un «crimen» de Israel y rechazó toda responsabilidad en los sucedido en Jericó. En opinión de Rafidi, «constituye un «terrible desaire a la ANP» y «confirma la debilidad de Abbas ante los palestinos». Entretanto, escuelas, comercios y los edificios públicos cerraron ayer dentro de la convocatoria de huelga general. Las manifestaciones se sucedieron en Gaza y Cisjordania. Jericó era ayer una ciudad paralizada y muerta, pese a que numerosos curiosos se acercaron hasta la prisión construida bajo el mandato británico para observar la destrucción. Todos las personas consultadas por France Press coincidían en señalar que el secuestro de Saadat sólo traerá más violencia, que las remotas esperanzas de paz se esfuman y que, en adelante, sólo queda una cosa, «continuar con la resistencia», afirmaba en Ramala Said Sadaqa.
Estrasburgo acusa a Olmert de actuar con fines electorales
GARA
ESTRASBURGO Mientras el último sondeo realizado en Israel, coincidiendo con el asalto de Jericó, indicaba el aumento del partido de Olmert (Kadima) hasta alcanzar 42 asiento cinco más que en la anterior encuesta, los partidos del Parlamento Europeo acusaban ayer a Olmert consideraron que el ataque tenía la intención electoral de ganarse al ala más derechista del electorado. El Partido Socialista Europeo (PSE), Los Verdes y la Izquierda Unida Europea (GUE) acusaron a Olmert de orquestar la operación para ganar el apoyo de los sectores más extremistas, mientras que el Partido Popular Europeo (PPE) y la Alianza de Liberales y Demócratas de Europa (ALDE) pidieron una investigación y reclamaron la protesta de la comunidad internacional ante Israel. «¿Era necesario atacar la prisión?», se preguntó el jefe del grupo socialista Martin Schulz, que añadió que «espero que no sean razones de política interna israelíes, por las elecciones. Sería algo muy lamentable porque les puede parecer una victoria a nivel interno pero sería una derrota a nivel internacional». El presidente de la ALDE, Graham Watson, consideró que Israel es un «factor desestabilizador», mientras que Daniel Cohn Bendit, líder de Los Verdes, mostró su certeza en que «son las elecciones». Barroso, presidente de la Comisión, y Austria, que ostenta la presidencia de turno de la UE, fueron más vagos, condenaron la violencia «venga de donde venga» y se quejaron del secuestro de ciudadanos extranjeros. Olmert confirma el apoyo de Londres y Washington
El primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, afirmó que la operación contra la prisión de Jericó contó con el «apoyo total» de los gobiernos de EEUU y Gran Bretaña. «No puedo imaginar que los observadores pudieran pensar que los asesinos de un ministro israelí fueran liberados sin que nosotros les capturáramos y les juzgáramos», dijo. A Olmert le comparan ya con Sharon en Israel por su «mano de hierro con los palestinos». -
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