MADRID
Juan Mari Mendizabal y Paul Asensio narraron ayer su trabajo y actividad en Ekin, organización en la que confluyeron partiendo de diferentes experiencias vitales, pero que en ambos casos les llevaron a la misma militancia «en favor de la construcción nacional». El primero, natural de Elgoibar, explicó ante la Sala que lleva más de veinte años trabajando en defensa del euskara, en organismos como AEK, EHE y Euskal Kulturaren Batzarrea, entre otros, y que fue esa misma labor de defensa de la lengua nacional vasca la que desarrolló en el seno de esta nueva organización. Asensio, que participó en la creación de Ekin en Barakaldo, describió por su parte la realidad social y política de Ezkerraldea y la histórica trayectoria de lucha de sus vecinos, muchos de ellos, como recordó al tribunal, procedentes de diferentes puntos del Estado español.
Mendizabal retomó la declaración que había comenzado el martes rechazando que hubiera sido «comisario político» de KAS en AEK explicó que no formó parte de esa organización política o que hubiera desempeñado la misma función como militante de Ekin en Euskal Herrian Euskaraz o en ninguna otra organización.
Desligó también su militancia en Ekin de su participación en el Consejo de Administración de EiTB, y puntualizó que formó parte del mismo como representante de Euskal Herritarrok, al igual que otras dos personas. A este respecto, negó que ejerciera ningún tipo de control sobre este Consejo recordó que lo formaban quince personas y señaló que su labor en el mismo consistía en «defender que la actividad de EiTB debía responder al carácter político de nuestro pueblo y a su realidad lingüística, y que debía dar prioridad a nuestra lengua y a la realidad nacional de Euskal Herria».
«Es evidente que no lo hace», se quejó a continuación, criticando a su vez que este grupo de comunicación «está controlado por el PNV y responde a los intereses de este partido».
Mendizabal denunció en varias ocasiones que las acusaciones «pretenden castigar nuestra labor política y nuestro tra- bajo en favor de la construcción nacional», y rechazó que Ekin tuviera como función controlar a otras organizaciones o que hubiera nacido por orden de ETA.
Asimismo, manifestó que el euskara «es una lengua que ha estado oprimida durante siglos», una agresión que «se acentuó tras la constitución de los estados modernos, a través del sistema educativo y la Administración». Recordó, en esta línea, que los derechos lingüísticos de los euskaldunes «se vulneran todos los días», y explicó que una de las funciones de Ekin es hacer frente y tratar de contrarrestar estas vulneraciones, «un trabajo que se quiso obstaculizar con la actuación policial y judicial».
Lucha armada o vender panes
Asensio evocó el nacimiento de Ekin, «en un momento en el que se veía la necesidad de crear una organización que trabajara por la construcción nacional», un objetivo que, como apuntó, «no se acaba con la superación del conflicto, porque la construcción de un pueblo no tiene término, más en un pueblo oprimido como el nuestro».A este respecto, al igual que quienes le han precedido en el estrado, negó que la creación de este nuevo organismo estuviera impulsado por las directrices de ETA, y al serle mencionado que ambas organizaciones comparten el objetivo de la independencia y el socialismo, declaró que «el objetivo de la independencia y el socialismo, afortunadamente, es un sueño de mucha gente en nuestro pueblo, de una generación o de otra, de gente organizada y no organizada, de quienes practican la lucha armada o de quienes venden panes».
Respecto a su experiencia, relató que junto a otras personas hizo un diagnóstico de la situación de Barakaldo, localidad en la que residía cuando nació Ekin, y destacó que como toda Ezkerraldea «es una zona que tiene un gran calado social, político y militante». Explicó al tribunal cómo a esta comarca llegaron hace décadas miles de personas desde otros lugares del Estado, «a quienes se llevó a trabajar en condiciones infrahumanas y a vivir hacinadas», y cómo muchas de ellas se implicaron en las luchas sociales y populares.
Agregó que, en ese diagnóstico, constataron las consecuencias de la desindustrialización, la mala situación del euskara y la precariedad, y explicó cómo diseñaron y trataron de implementar dinámicas para hacer frente a esa situación.
Los procesados reciben el apoyo de profesores y
estudiantes de Informática
Los procesados en el sumario 18/98 recibieron ayer el respaldo de un nutrido grupo de profesores y estudiantes de la carrera de Informática, que asistieron en directo a la celebración del juicio. Al término de la vista, todos posaron conjuntamente ante el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo. A una de estas personas los policías españoles que custodian la entrada no le habían permitido acceder al recinto judicial, ya que no portaba el DNI español tenía el EHNA y el carnet de estudiante. Finalmente, sí pudo entrar después de que la letrada Arantza Zulueta intercediera por ella. -