Constatan en una cata la calidad del agua de Bilbo
BILBO
El ser humano puede llegar a sobrevivir sin probar bocado muchos días. Sin embargo, el organismo apenas puede aguantar unos pocos días sin ingerir ni una gota de agua. Esta bebida tan esencial en la vida de las personas es, a su vez, una gran desconocida para sus principales consumidores. Con este motivo, la Escuela Superior de Hostelería de Artxanda organizó ayer una cata de aguas, tanto minerales, como del propio grifo de la ciudad.
El gerente del Consorcio de Aguas de Bilbo, Pedro Barreiro, fue el encargado de darle comienzo al acto. Barreiro hizo hincapié en la importancia que tiene este bien de carácter escaso a nivel mundial. Según el gerente del consorcio, «más de 1.000 millones de personas en todo el mundo no acceden al agua potable». Por lo tanto, Barreiro destacó que, «muchas veces no somos conscientes del bien que disponemos».
Otra de las personas que tomó parte en la cata fue Jesús Llona, experto en nutrición y profesor de la escuela. Llona aseguró que la calidad del agua de Bilbo «es muy buena» y, acto seguido, comenzó la demostración.
En la cata se probaron cuatro tipos de aguas; tres minerales naturales y la otra extraída del grifo de la Escuela Superior de Hostelería de Artxanda. Los expertos definieron la primera de ellas como «un agua limpia, inolora e incolora». Por otra parte, afirmaron que la segunda tenía un ligero sabor a cloro. De la tercera destacaron su sabor ligeramente amargo. Por último, los catadores afirmaron que la cuarta (la de grifo) no tenía «nada que envidiar» a las otras dos minerales naturales, por lo que Llona propuso que se embotelle el agua de la capital vizcaina, ya que aseguró que «el agua de Bilbao está buena y es de calidad».
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