Los arrantzales temen las consecuencias de las escasas capturas de la costera del verdel
Los pescadores de Bizkaia y Gipuzkoa están preocupados y atenazados por la incertidumbre debido a las escasas capturas de verdel, que, en el caso de Gipuzkoa están siendo, por el momento, prácticamente nulas, en la peor costera que recuerdan. La campaña del verdel ha paliado en los últimos años los malos resultados de la de la anchoa, pesquería que se encuentra en una situación crítica, pero no parece que en esta ocasión vaya a suceder lo mismo y los arrantzales reconocen estar «asfixiados» aunque confían en que la situación de un vuelco en la próximas semanas.
BILBO
«No es normal. Algo raro está ocurriendo con el verdel». Así de categórico se expresa el presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Jaime Tejedor, al referirse a la situación que atraviesan los arrantzales de ese herrialde, que hasta hace unos pocos días no habían pescado un sólo verdel en una costera que calificó de «desastrosa». Hubo que esperar hasta mediados de la semana pasada para que varios pesqueros de Hondarribia y Pasaia descargara algunas toneladas de verdel en puerto.En términos similares se pronuncia Aurelio Bilbao, secretario de la Federación de Cofradías de Bizkaia, territorio en el que se han realizado algunas capturas, aunque en cantidades muy inferiores a las de años anteriores, sobre todo respecto a la pasada campaña, que fue una de las mejores para vizcainos y guipuzcoanos, que pescan en torno al 7,5% del verdel en Europa. Aunque la situación es bastante mejor que en Gipuzkoa, Bilbao afirma que «no va tan bien«. Tejedor ilustra la situación con el ejemplo de Bermeo. Según manifiesta, su pesca natural es de 150.000-200.000 kilos por día, pero el día 17 de marzo sólo se capturaron 20.000 kilos.
Mayor número de flotas Ambos coinciden en señalar que el incremento del precio del verdel, no sólo ahora que «se ha disparado» por la escasez de ejemplares, ha propiciado que más flotas estén saliendo a capturar esta especie y muchas de ellas lo han estado haciendo antes de la fecha establecida para el comienzo de la costera 27 de febrero.Esta mayor afluencia de pesqueros «ha asustado a los peces, que han escapado de su recorrido tradicional», apunta Aurelio Bilbao, y ahora, según explica Jaime Tejedor, los barcos que faenaban a una distancia de entre cuatro y diez millas de la costa se han visto obligados a salir a sesenta millas, con el mayor gasto de combustible que ello conlleva. Señala, además, que existe «una gran incertidumbre» sobre lo que va a pasar con la anchoa, que es «la que a nosotros nos da réditos porque tiene más valor y si lo habitual era pescar verdel para tener un sueldo hasta la costera de la anchoa, ahora añade la tensión es constante y la situación, asfixiante, porque los días que no se pesca no se recuperan, el pescado sigue su rumbo y al día siguiente ya no está». Es lo que pasa con el verdel, una especie que se desplaza desde el norte de Europa y tras pasar por Gipuzkoa y Bizkaia, sigue su ruta hacia el oeste. Pero este año, no ha aparecido en Gipuzkoa y sí, aunque en menor medida, de menor tamaño y durante menos tiempo, en Bizkaia. Los arrantzales vascos se han tenido que desplazar a la costa de Cantabria y de Asturias, que es donde está el verdel, pero, aún así, quienes han podido capturarlo han sido los pesqueros de anzuelo la mayoría de los vizcainos lo son y no los de cerco, que son mayoría en Gipuzkoa. «La pesca no está para cerco, está más al fondo», sostiene Tejedor.
Situación inusual
Aurelio Bilbao comenta que en los últimos años se habían notado ya cambio en esta especie, pero insiste en lo inusual de la situación que se está viviendo hasta ahora en la presente campaña, una falta de ejemplares que no se había dado ni tras el naufragio del Prestige, según constata Jaime Tejedor. No obstante, y a pesar del miedo que tienen los arrantzales a que la situación se mantenga y no se solvente con la anchoa, ambos se muestran confiados en que en las próximas semanas todo cambie. «Lo contrario sería la hecatombe», asegura Bilbao. Sin embargo, los problemas acechan por todos los lados al sector pesquero. «La situación es límite. sostiene Jaime Tejedor A la crisis de la anchoa, con la que todavía no sabemos qué va a pasar, se suma ahora la ausencia de verdel, pero, además, tenemos el problema del alto precio del gasóleo y las sanciones por el bloqueo de puertos que realizamos el pasado verano, que todavía están pendientes y se comenta que pueden ser de hasta más de 900.000 euros por barco. Es terrible», subraya.
Reunión de cofradías en Madrid
Los problemas relacionados con la pesca de túnidos y con el elevado precio del gasóleo volverán a reunir en Madrid a todas las cofradías de pescadores del Estado español mañana y pasado. El primero de los encuentros se centrará en la pesca de túnidos, ya que ante la situación crítica de esta pesquería en el Mediterráneo, se quiere establecer un límite de talla mínima de 30 kilogramos. La reunión del miércoles tratará sobre el encarecimiento del gasóleo y el bloqueo de los puertos. -
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